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Rajoy evita incomodar a Obiang
El presidente y el dictador charlan de fútbol en Malabo, pero Moncloa no revela si abordaron los derechos humanos
Actualizado: GuardarMariano Rajoy apenas permaneció doce horas en Guinea Ecuatorial para asistir a la XXIII Cumbre de la Unión Africana (UA). Poco tiempo, pero que dio mucho de sí. El primer jefe del Ejecutivo español que visita Malabo en 23 años inició el día con tres citas. Las dos primeras con los máximos responsables del organismo de integración. Pero la que más expectación levantó fue la que mantuvo con el anfitrión de la cumbre, Teodoro Obiang.
En abril, Rajoy evitó ser visto con el dictador ecuatoguineano en el funeral de Adolfo Suárez y un día después, durante el encuentro Unión Europea-Unión Africana, se vieron de tapadillo en un pasillo. Ayer el jefe del Ejecutivo no pudo esquivar las imágenes con Obiang, en el poder desde 1979. El lunes ya avisó de que una foto incómoda no puede perjudicar los intereses de España en un continente en crecimiento.
Ambos gobernantes dialogaron apenas un cuarto hora. Ante las cámaras, sentados en un sofá, hablaron de forma distendida sobre el Mundial de Brasil. Mientras el guineano apostó por Brasil o Argentina como vencedoras el español le instó a no olvidarse de Alemania. Inevitables fueron también los comentarios sobre el decepcionante papel de la selección española. Sobre otros asuntos, fuentes de Moncloa apuntaron que abordaron temas de seguridad en el continente y su proceso de integración. Los portavoces oficiales no fueron nada claros sobre si Rajoy trasladó a Obiang una petición para que se produzcan avances democráticos en la excolonia española.
Discurso ante la asamblea
Tras los encuentros bilaterales, Rajoy intervino como invitado de honor ante la Asamblea de la UA. Inició su discurso de cerca de siete minutos con un agradecimiento al presidente mauritano y a Obiang. También se mostró satisfecho de compartir tribuna con el secretario general de la ONU, Ban-ki Moon, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás.
Si quedaron dudas sobre si emplazó al presidente guineano a mejorar en el respeto a los derechos humanos en su charla a solas, no las hubo en su discurso a los gobernantes de África, a los que animó a profundizar el respeto de la democracia y los derechos humanos. Rajoy abogó por construir instituciones «sólidas, transparentes y abiertas» y porque «el futuro de cada nación sea decidido por los que están llamados a construirlo con su trabajo».
Dos fueron los ejes sobre los que giraron las palabras del presidente del Gobierno, impulsar las relaciones económicas con el continente y cosechar apoyos para la candidatura española a un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas durante el bienio 2015-2016.
En el primer capítulo el jefe del Ejecutivo ofreció a España como aliado económico de la misma forma que lo ha sido con América Latina desde la década de los 90. Rajoy se distanció de otros líderes occidentales que antes de él comparececieron ante la misma asamblea y ofrecieron fondos y programas de ayuda. «No vengo a ofrecer nada porque no tengo nada que los africanos no puedan darse a sí mismos», dijo. «Yo vengo a pedir que cuenten con España como socio para el crecimiento de África. Vengo -prosiguió- a pedir más comercio y más inversión entre nuestros países y vengo a reiterarles que España quiere participar en el renacimiento de África».
El otro gran objetivo fue sumar respaldos para la candidatura en Naciones Unidas dado que es el continente que más votos aporta a la Asamblea General, donde se elegirá en octubre a los países que acceden al órgano de máxima responsabilidad de la organización mundial. Rajoy prometió que si España logra una de las dos vacantes en juego «durante esos dos años África no tendrá tres asientos en el Consejo de Seguridad (que ya tiene), sino cuatro (con el de España)».
Tras posar para la foto de familia, el jefe del Ejecutivo abandonó a toda velocidad el lujoso complejo Sisopo en el que se celebró la cumbre para poner rumbo a Bruselas, donde ayer y hoy se reúnen los líderes de la Unión Europea.