El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ayer durante la reunión de CNAL. :: JAVIER LIZÓN / EFE
Economia

El Plan Ahorro 5 apenas tendrá impacto en el bolsillo de los inversores

Esta medida introducida en la reforma fiscal solo supondrá, en el mejor de los casos, un beneficio de 428 euros en cinco años

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno aseguró que uno de los objetivos de la reforma fiscal era «favorecer el ahorro y la inversión». Sin embargo, algunas de las principales medidas propuestas para incentivar estos fines no tendrán demasiado beneficio para los bolsillo de los pequeños ahorradores e inversores. Pero, eso sí, tendrán en las entidades financieras a una de las principales beneficiadas al darles la posibilidad de ofrecer nuevos productos para captar capital. Una de las medidas estrella resaltada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, durante la presentación de la reforma es el denominado Plan Ahorro 5.

Este nuevo producto consiste básicamente en fomentar el ahorro a medio y largo plazo. El plan permite que con una aportación máxima de 5.000 euros al año en un depósito seguro durante cinco años los rendimientos no tributen en las rentas del capital. Eso sí, esos productos deberán garantizar al ahorrador el 85% de la inversión. Sin embargo, más allá del anuncio, cuando se echa mano de la calculadora las ventajas son más bien modestas.

Y es que teniendo en cuenta los tipos reducidos que existen en la actualidad apenas supondría un alivio para el ahorrador. Por ejemplo, suponiendo un depósito con 5.000 euros a un tipo del 1%, la rentabilidad sería del 50 euros al año. Al ser un dividendo que tributa al 19% -tipo que entrará en vigor en 2016-, supondría un pago del 9,5 euros. Pero esa cantidad sería eximida de tributación en un año. Aunque los tipos aumentasen -cosa que es de esperar en los próximos años debido a la previsible mejora de la economía- y alcanzasen, por ejemplo, una rentabilidad del 3%, el ahorro fiscal ascendería a los 28,5 euros. Pero si incluso se estirase el ejemplo al máximo, suponiendo que en cada año se sumase a ese depósito o fondo el máximo de 5.000 euros hasta alcanzar los 25.000, con un rendimiento medio anual del 3%, el ahorro en cinco años alcanzaría los 428 euros.

«Este producto beneficia especialmente a la banca», asegura Elena Serrano, abogado especialista en derecho tributario y fundadora del gabinete Eslawyer. En su opinión, esto permite a las entidades financieras contar con un importante producto comercial. Y es que es muy posible que las entidades financieras aprovechen esta medida para lanzar al mercado nuevos productos a una rentabilidad superior a la habitual dado que, aunque pequeño, el ahorrador se arriesga a perder hasta el 15% de lo invertido. Pero además, según Serrano, estos planes también sirven para que los capitales sigan en la banca y evitar así la temida fuga al exterior. Algo que ha ocurrido en grandes cantidades estos últimos años.

Otra de las medidas contempladas en la reforma fiscal y que también perjudica a los pequeños inversores es la eliminación de deducción de los 1.500 euros por dividendos, cantidad que solo superan los grandes inversores. Otra medida es la supresión de los correctores monetarios, una figura que permitía la deducción del efecto inflación en las plusvalías y que solo se mantendrá para los inmuebles.

Por otra parte, la reforma también elimina el denominado coeficiente de abatimiento. Este concepto permitía reducir la ganancia patrimonial derivada de la venta de unos bienes adquiridos con anterioridad al 31 de diciembre de 1994 y generada hasta el 20 de enero de 2006. Esta deducción dependía del tipo de bien. Por ejemplo, en un inmueble era del 11,11% por año y en valores, el 25% por año. Esto supone que una vivienda adquirida en 1990 lograba una exención de la parte ganancial del 44,44% y que con la reforma fiscal desaparece.

«Esta medida tendrá un impacto importantísimo en los activos inmobiliarios que hayan estado mucho años en manos del contribuyente», reconoce José Félix Sanz, director de estudios tributarios de Funcas. Es decir, esta medida afectará especialmente a las viviendas. En cualquier caso, este experto se muestra crítico con las medidas adoptadas en la reforma al ahorro. «El tratamiento no es el correcto», asegura Sanz. En su opinión, se mantiene una «progresividad excesiva» con la existencia de tres tramos que va en contra de la «eficiencia». Además, asegura que el Gobierno no corrige el «doble gravamen de los dividendos», ya que estas ganancias tributan en el momento de generarse en la sociedad y también en el momento de distribuirlo al inversor.

Sin embargo, otros expertos considera que la mayor parte de las medidas sobre la renta del ahorro van en la dirección correcta. «Como filosofía general me parece bien. Reducir los tipos lo más que se pueda a cambio de ampliar las bases», explica Ángel de la Fuente, director de Fedea. En su opinión, la eliminación de estas deducciones sirve para «tapar los agujeros» del sistema.