Boko Haram secuestra a otras 91 personas en Nigeria

Los 'yihadistas' de Boko Haram secuestraron a 91 personas en una vasta operación que se desarrolló entre el jueves y el domingo de la pasada semana en el norte de Nigeria. Los milicianos atacaron varias aldeas de los distritos de Askira-Uba y Damboa, en el Estado nororiental de Borno, y se llevaron a mujeres, jóvenes y niños, además de cometer una treintena de asesinatos.

Las malas comunicaciones con la zona, situada a unos 100 kilómetros de la capital provincial, y la cortina de silencio impuesta por los mandos militares han retrasado el conocimiento de los hechos. Cientos de supervivientes, refugiados en la ciudad de Lassa, han asegurado que los asaltantes saquearon y destruyeron las viviendas sin que las demandas de auxilio fueran respondidas por las fuerzas armadas.

Los cuerpos de seguridad aún no han confirmado el rapto masivo, el más importante desde que la banda se llevó a más de 200 alumnas de Chibok en abril. La utilización de niños soldados y esclavas sexuales son dos acusaciones que pesan sobre los islamistas, aunque las últimas especulaciones de los medios locales vinculan su interés por hacer rehenes con las presuntas conversaciones que mantienen con el Gobierno. Según estas hipótesis, se trata de nuevas medidas de presión para obligar a un intercambio de los civiles en su poder por presos y allegados de la secta.

El último ataque tiene lugar cuando no hay noticias sobre el paradero de las estudiantes. Hace un mes se dio a conocer la negativa del presidente Jonathan a llevar a cabo un trueque y, desde entonces, se desconoce su situación. La campaña internacional para reclamar su liberación ha perdido fuelle y tampoco hay ninguna novedad sobre los resultados de las pesquisas de los cuerpos de seguridad estadounidense y británico. Las sospechas sobre su paradero apuntan a la reserva natural de Sambisa, uno de los bastiones de los radicales.

Las nuevas desapariciones se suman a las noticias sobre el bombardeo llevado a cabo el domingo por la aviación nigeriana contra una columna de insurrectos que provocó, según residentes en la zona, la muerte de unos 70 guerrilleros. Los milicianos fueron atacados por cazas cuando regresaban a sus bases tras asaltar varias aldeas de Chibok.