Desconectados del Cádiz y sin ilusión
Llevaban tres años compitiendo en el filial, pero se les ha agotado el contrato y la paciencia. «Aquí nunca cuentan con nadie», reprocha el lateral Los canteranos Sergio Ceballos y Gabi no guardan esperanzas de continuar en el club
CÁDIZ. Actualizado: GuardarTres años de pico y pala en el filial. Tres años de ilusiones entrenando de vez en cuando con los 'mataos' del primer equipo para nada. Tres años albergando esperanzas defendiendo el escudo del 'B' para poder defender cuanto antes el del primer equipo. Tres años de amagos de debut en el caso de Sergio Ceballos y unas pocas migajas -unos cinco minutos en Liga ante el San Fernando- para Gabi. Y sobre todo, muchos, muchos sinsabores. Demasiados para dos jugadores que asumen que su contrato ha expirado y que hay que ganarse el pan en otro sitio. Sin odio ni rencor, pero con mala cara, con muy mala uva. La procesión va por dentro para dos jóvenes que acaban de chocar con el muro de la realidad más cruel.
Uno es Gabi, de Ubrique y con tan sólo 21 años. Es defensa central y se encuentra «desconectado de todo lo que significa el Cádiz, de vacaciones». Aún es un chaval pero habla con la carga moral de un veterano, con las prisas de un bombero y con el alma en la mano. Con la voz apagada y mustia, parece como si que le diera cierto temor exponer sus ideas al periodista que le levanta de la siesta. «Ahora no puedo hablar, llame más tarde», propone como autodefensa para ordenar sus ideas.
Media hora más tarde, su tono no cambia pero ya sí sabe lo que tiene que decir. «He cumplido contrato y mi futuro lo lleva mi representante. Si digo la verdad, prefiero desconectar», repite como un mantra para no sentir la herida de la indiferencia de un club, el Cádiz, que no da visos de llamarle.
Habla poco. Tal vez, porque poco o nada tiene que decir. No obstante, deja claro su mensaje de incondicional fidelidad a una bandera que ha defendido desde hace muchos años. «Me gustaría contar y hacer la pretemporada con el primer equipo. Eso está claro, pero ya tengo 21 años y no sé si sería bueno seguir formando parte del 'B'. Estamos estudiando algunas ofertas y posibles alternativas para ver qué hacemos. Aún es pronto», señala el ubriqueño Gabi, que sueña con una llamada que no está por llegar.
Su compañero Sergio Ceballos tiene tres años más que él y 'vamos' que si se le nota. El respeto al escudo centenario del Cádiz lo tiene, pero la fiereza de sus palabras no esconde la impotencia, el sinsabor y el cabreo que le da marcharse de esta forma de un club donde soñó crecer bastante años más.
Él es de El Puerto y habla con la templaza propia de un retirado. «He acabado mi contrato y la verdad es que ya me estoy moviendo con mi representante en la búsqueda de equipo aunque creo que todavía es muy temprano. El mercado está muy parado y no queremos precipitarnos», dice de entrada para ubicar su situación, la de salida de un club que decía confiar mucho en su proyección. Seguir en el filial ni lo contempla. «Ya no soy ni sub'23. Asumo que no me van a llamar y asumo que no seguiré en el Cádiz. No queda otra que caminar hacia otro lado».
Para el final, Sergio Ceballos, como el que induce que la entrevista se encamina hacia su final, deja su zarpazo con su rabia, su poquito de ira y su honor. «No vale la pena hacerse ilusiones porque ya hemos visto durante todos estos años que aquí no cuentan con nadie», reprocha en referencia a una cantera maltratada en todos sus aspectos, tanto en el económico como en el deportivo. Y con la misma garra, deja claro que se va con la firme decisión de que su nombre volverá a sonar en las oficinas de la Plaza de Madrid más pronto que tarde. «Allá ellos», sostiene el portuense, que espera la llamada de su representante para volver a ponerse las botas.