ESPAÑA

Felipe VI será testigo de la abdicación

El Rey no hablará tras sancionar su renuncia, pero tendrá un gesto hacia el futuro monarca El PoderJudicial insiste en el fuero especial, mientras que IU y PNV rechazan que el «ciudadano Juan Carlos» tenga privilegio

MADRID. Actualizado: Guardar
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Don Felipe será testigo de la abdicación de su padre. Don Juan Carlos sancionará la ley de su abdicación en una ceremonia que se celebrará mañana en el Salón de Columnas del Palacio Real con la presencia de todos los miembros de la Familia Real, salvo la infanta Cristina, el Gobierno en pleno y los presidentes de los poderes del Estado.

No habrá discursos y será un acto corto, de unos veinte minutos, pero solemne, reseñaron portavoces de la Zarzuela, que no descartan que se produzca «un gesto» del padre hacia el hijo una vez rubricada la ley. Este gesto bien puede ser una inclinación de cabeza de don Juan Carlos ante el futuro Felipe VI como señal de reconocimiento de su ascendencia, aunque en puridad el rey siga siendo él hasta las 24.00 horas, cuando se publicará la abdicación en el Boletín Oficial del Estado.

La presencia de don Felipe en la ceremonia de abdicación era una incógnita porque la Zarzuela, cuando explicó la ausencia de don Juan Carlos en la proclamación de su hijo por las Cortes Generales, atribuyó la ausencia a que no quería restar protagonismo al futuro rey. Los portavoces también indicaron que así como en la proclamación la figura central es el nuevo monarca, en la abdicación debía de ser el Rey. Una explicación que hizo pensar que también don Felipe se ausentaría del Palacio Real. Pero no, un portavoz de la Zarzuela confirmó ayer su presencia, lo que abona la versión de que don Juan Carlos no acude a la entronización por su expresa voluntad.

El acto comenzará con la lectura de la ley de abdicación. Don Juan Carlos, a continuación, sancionará la norma y Mariano Rajoy la refrendará. A la ceremonia están invitadas entre 160 y 170 personas, además de las principales autoridades del Estado. La Zarzuela cuenta con la presencia de todos los presidentes autonómicos, salvo con el catalán Artur Mas porque se encontrará en el vuelo de vuelta de un viaje a Estados Unidos. El lehendakari Iñigo Urkullu, sin embargo, anunció que solo estaría en la proclamación. Acudirá asimismo el nuncio vaticano en representación del cuerpo diplomático y los tres 'padres de la Constitución' que viven, José Pedro Pérez Llorca, Miquel Roca y Miguel Herrero de Miñón; así como los expresidentes del Gobierno Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.

Entre los detalles que trascienden con cuentagotas de las primeras actividades de Felipe VI está que uno de sus primeros viajes al exterior -es probable que el primero- sea a Marruecos. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, anunció ayer en Rabat que confía en que la visita a Rabat se materialice «antes de agosto», el mes del Ramadán.

Circunstancias sobrevenidas

Mientras la Zarzuela va desgranando la agenda de los próximos días, el Consejo General del Poder Judicial aprobó ayer el informe sobre la reforma de la ley de Poder Judicial, que incluye la recomendación del aforamiento para don Juan Carlos una vez que concluya su reinado. Una decisión que es una formalidad en la que se pone por escrito un criterio adelantado la semana pasada por el presidente del organismo, Carlos Lesmes. En el informe se señala que «por circunstancias sobrevenidas -la abdicación- resulta necesario regular el estatuto jurídico» de don Juan Carlos, pero también de doña Sofía, para otorgar a ambos «la prerrogativa del aforamiento». Un fuero especial del que también se beneficiará la futura reina Letizia, y la princesa de Asturias, la infanta Leonor, sobre la que el Consejo solicita que se haga referencia expresa a que es «la princesa heredera».

El debate sobre el fuero especial para don Juan Carlos amenaza con convertirse en una 'patata caliente' para el Gobierno. Puede darse el caso, incluso, de que PP y PSOE lo respalden en solitario en el Congreso ante el rechazo del resto de los grupos. Por lo pronto, el líder de IU, Cayo Lara, envió ayer una carta a Mariano Rajoy, en la que indica que no ve razones para que don Juan Carlos sea «una excepción al mandato constitucional de igualdad ante la ley».

Esa excepción, añadió, «vulneraría, sin causa objetiva alguna, un aspecto básico del Estado de Derecho» porque ese «trato diferenciado»se dispensa a una persona que desde el jueves «no va a ejercer ninguna función pública». El líder de IU, al margen de la misiva, insistió en rueda de prensa en que «el ciudadano Juan Carlos» no tiene que gozar de un fuero excepcional porque «será como tú y como yo».

En la misma línea, el lehendakari Iñigo Urkullu anticipó la postura negativa del PNV en el Congreso el mes próximo. «No tiene sentido» de que a partir de su abdicación mantenga el fuero ante los tribunales.