Pablo Iglesias saluda a seguidores de Podemos durante la asamblea celebrada ayer en Madrid. :: KIKO HUESCA / EFE
ESPAÑA

Pablo Iglesias amarra el liderazgo de Podemos frente a los críticos

Su lista para dirigir el proceso constituyente del partido logra un respaldo del 86% en unas elecciones abiertas

MADRID. Actualizado: Guardar
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Si ha habido algún intento de rebelión contra la dirección que llevó a Podemos a cosechar 1,2 millones de votos en las pasadas europeas éste no ha logrado su objetivo. Pablo Iglesias ha visto reforzado su liderazgo en la formación después de que su lista para dirigir el proceso de constitución del partido fuera elegida con un amplio apoyo en unas elecciones celebradas a través de internet durante el jueves y el viernes y que fueron abiertas a la participación de todos los ciudadanos mayores de 16 años.

La candidatura de Iglesias, en la que figuraron su mano derecha Luis Alegre o los eurodiputados electos Lola Sánchez y Pablo Echenique, logró un 86,8% de los 55.882 votos que se emitieron. Solo concurrió una lista alternativa, la presentada por el 'círculo de enfermeras', integrado en su mayoría por profesionales de este sector, y que cosechó más de 5.700 votos, un 10,3% del total. Pese a lo abultado de su derrota, se trata en cualquier caso de un resultado importante para una candidatura que se presentó a última hora y que ha recogido el apoyo de sectores descontentos con el liderazgo de Iglesias y sus colaboradores más cercanos, como el propio Alegre o los también profesores de Ciencias Políticas Juan Carlos Monedero e Iñigo Errejón.

A lo largo de la semana pasada se levantaron voces discrepantes en algunos de los 'círculos', modelo organizativo de Podemos, en contra de la gestión de su principales dirigentes. El motivo de la protesta fue la celeridad con la que se convocaron las elecciones para elegir al equipo que liderará el partido los próximos meses y que las listas que se presentaron a esta votación fuesen cerradas y no abiertas. Estas decisiones, a juicio de algunos, eran poco democráticas en una formación que precisamente presume de ello en su funcionamiento interno.

Iglesias negó ayer que hubiera contestación interna a la forma en que se ha dirigido el proceso. Es más, calificó esos rumores de intentos de los partidos de la «casta» para desestabilizar a Podemos desde el exterior. «Algunos han dicho estos días que las discrepancias eran señas de debilidad. Qué poco nos conocen. El debate y la diferencia de opiniones son la base de la democracia y una seña de identidad de Podemos de las que estamos orgullosos», dijo. En un gesto de cara a mantener la unidad, Iglesias añadió que en su partido «no sobra nadie» y que ahora «toca trabajar para abrir un proceso constituyente que devuelva la palabra al pueblo».

Sentar las bases

Tras su victoria, el equipo encabezado por el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid deberá elaborar un programa y una estrategia electoral que serán sometidos a la aprobación de los ciudadanos el próximo otoño, en una fecha aún sin determinar, en una gran asamblea que ha sido bautizada como 'Sí se puede'.

Ayer se dio el primer paso en esa dirección con la celebración de un gran encuentro en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense al que asistieron cerca de 2.000 personas llegadas desde distintos puntos de España. Muchos jóvenes, pero también muchos entrados en años y jubilados. Unos y otros, ajenos a la diferencia de edad, defendían las mismas reivindicaciones en los corrillos improvisados que se iban formando, acabar con la corrupción, poner punto y final a las políticas neoliberales dictadas desde la Unión Europea, someter la Monarquía a referéndum y dar la puntilla al sistema de partidos que ha gobernado España desde la instauración de la democracia.

En la facultad de Filosofía los debates acerca del futuro de Podemos se prolongaron a lo largo de toda la jornada. Giraron sobre temas como las propuestas económicas a defender, «el área en el que más nos están atacando los partidos de la casta», reconoció Alegre, el uso de las redes sociales en la acción política o la puesta en marcha de nuevas formas de participación.

Después, el profesor de Ciencias Políticas, que insistió en su voluntad de gobernar, animó a los miembros y simpatizantes de Podemos a «asumir la responsabilidad histórica para ser una palanca del cambio político en nuestro país».