La feria se vuelca con su oro líquido
Las bodegas de Chiclana venden casi 1.600 litros de vinos de la tierra gracias al Ayuntamiento, que subvencionará la venta de sus caldos
CHICLANA. Actualizado: GuardarAl sol en su cenit del mediodía, el catavinos se convierte en una amalgama de destellos que van del dorado más claro al caoba más intenso. Colores de Chiclana a sumar al color albero de Las Albinas, al blanco y verde de las casetas. Porque la Feria de San Antonio no duda en tirar del producto más conocido de la localidad, el vino, para sacar pecho ante los visitantes de uno de sus valores etnológicos más en alza de los últimos años. De nuevo este año, los vinos chiclaneros no solo estarán presentes en la recién nombradas calles del Real con nombres de distintos vinos. Los propios caldos estarán presentes en las casetas, en buena medida gracias a la subvención que el Ayuntamiento entregará a los caseteros que vendan en exclusividad vinos de la localidad. «Apoyamos nuestra cultura, nuestras raíces, la historia de Chiclana y una industria que nos hace únicos», reconoció ayer el concejal de Fomento del Ayuntamiento, José Manuel Lechuga.
Una iniciativa respaldada por el presidente de la Asociación de Bodegueros de Chiclana, Primitivo Collantes. La idea surge para premiar esta venta, como reconoce el bodeguero, en un contexto de ferias «en el que los precios van en declive». También surge en una realidad actual en la que se está perdiendo la identidad del casetero, de forma que es habitual que sean servicios especializados de catering en ferias los que presten los servicios en las casetas. «La feria de Jerez tiene sus propios vinos, lo mismo ocurre con la de El Puerto; por ello la de Chiclana tiene que ser igual», explica Collantes que añade: «Se trata de hacer ver que si en Chiclana existen buenas bodegas, mejor comprarlo aquí que irse fuera». Pese a ello, asegura que en la Feria de San Antonio «los chiclaneros sí muestran identificación y defensa con sus vinos». Por ello, apuesta por calificar esta medida como «una gratificación» a esta defensa. Para materializarla, los técnicos municipales harán revisiones sorpresa en las casetas adheridas y la subvención vendrá marcada por el número de litros de vinos de Chiclana vendidos, a razón de dos euros de bonificación por litro.
Lo cierto es que la Feria de San Antonio supone una de las principales causas por las que el mes de junio «suele ser bastante bueno», como reconoce Collantes. A la feria, se suma el inicio del turismo de verano que beneficia a las siete bodegas que trabajan en la ciudad: Bodega Cooperativa, Sanatorio, Miguel Guerra, Vélez, Primitivo Collantes, Barberá y F. J. Ruiz. Cada una de ellas suele vender para la Feria una media de 50 cajas de medias botellas (375 centilitros), con 12 botellas en cada caja. Eso supone que desde la noche de ayer y hasta la noche del domingo en el Real se consuma una estimación de unos 1.575 litros de vinos, como reconoce el presidente de la Asociación de Bodegueros de Chiclana. De estos caldos, es principalmente el Fino el que se lleva la palma en ventas, bien frío y solo o mezclado en rebujito.
En cualquier caso, Collantes aclara que el beneficio más destacado que reporta la Feria a los bodegueros es que «sirve de escaparate gracias a las publicidades -como las banderolas o farolillos- que exhiben las bodegas en esos días. De una u otra forma, en Las Albinas Chiclana volverá a presumir de su mejor embajador.