«¿Qué pasará cuando los veteranos ya no estén?»
Actualizado: GuardarEl 70 aniversario del Desembarco de Normandía provocó emociones a ambos lados del Atlántico. Los festejos y el despliegue de jefes de Estado y de gobierno en la costa francesa convivieron con celebraciones más íntimas como la que recordó, en Estados Unidos, a los 'Chicos de Bedford'. Este pueblo de Virginia tenía en 1944 unos 3.000 habitantes. Diecinueve de ellos murieron en las playas de Francia, lo que convirtió a la pequeña comunidad de los Apalaches en la protagonista del mayor sacrificio en vidas de todo el país en proporción a su población.
Francis Sidney Cunningham, de 92 años y superviviente de aquella operación, estuvo en la ceremonias de Bedford. Y el australiano Bob Cowper, de 91, aprovechó el 70 aniversario para volver a la costa que sobrevoló en un bombardero la madrugada del 6 de junio de 1944 como protección del despliegue terrestre. «Es maravilloso, es como volver a casa», dijo este excombatiente que todavía recuerda «el mar cubierto de barcos y los aviones rugiendo en el cielo».
La mayoría de los veteranos supera los 85 años y domina entre ellos el temor de que cada ocasión en que vuelven a las playas francesas puede ser la última. «En los años 60 «llegaban en grupos de 200 o 300. Y la calidez del recibimiento se reflejaba en los cafés. Cuando tomaban algo y preguntaban cuánto debían, la gente no les dejaba pagar, casi se ofendía de que quisieran hacerlo», recuerda Marc Lefevre, presidente del museo Airborne, que acaba de inaugurar una sala dedicada a la historia de los paracaidistas estadounidenses.
«¿Qué pasará cuando los veteranos ya no estén?», se pregunta Yvette Renaud, que estos días acoge en su casa a dos antiguos soldados. «Venían en cualquier época del año, algunos asistieron a la boda de mi hija y nosotros fuimos a visitarlos a Florida. Aquí nadie olvida que sin ellos no seríamos libres».