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El espíritu de Normandía desbloquea la crisis de Ucrania

Putin, que habló con Obama y con Poroshenko, acuerda con Kiev negociar un plan de paz que corte el baño de sangre

PARÍS. Actualizado: Guardar
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El espíritu de Normandía contribuyó ayer a la reanudación del diálogo con Rusia para la resolución por vía diplomática de la crisis de Ucrania. El jefe del Kremlin, Vladímir Putin, se entrevistó por separado con el presidente electo ucraniano, Petro Poroshenko, y con su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, en el marco de las ceremonias conmemorativas del 70º aniversario del desembarco de las fuerzas aliadas que supuso el principio del fin del nazismo. Los tres mandatarios, en reuniones auspiciadas por el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, coincidieron en la necesidad de un pronto cese de las acciones militares y del derramamiento de sangre en sus primeros contactos personales desde la anexión de Crimea por Moscú en marzo.

Un paso frágil pero esperanzador. Fuentes de la presidencia francesa confían en que la cita histórica de Normandía haya representado el inicio de un reflujo en la escalada de la tensión y los cimientos de una solución política a la crisis de Ucrania. Putin y Poroshenko se estrecharon finalmente la mano y dialogaron durante un cuarto de hora en presencia de Hollande y de Merkel. La entrevista había sido preparada hace unos días pero mantenida en secreto porque «la discreción era una condición del éxito», precisó un portavoz del Elíseo.

El primer contacto entre los presidentes ruso y ucraniano tuvo lugar a mediodía en el castillo de Bénouville (departamento de Calvados) poco antes del almuerzo que sentó a una misma mesa a la veintena de jefes de Estado y de Gobierno que acudieron a homenajear a los veteranos y los caídos de la Batalla de Normandía. «No puedo sino saludar la postura de Poroshenko acerca de que hay que poner fin de inmediato al derramamiento de sangre en el este de Ucrania», declaró Putin a periodistas rusos.

El jefe del Kremlin dijo que le pareció «acertado» el plan de arreglo que le presentó Poroshenko, aunque no se atrevió a pronosticar cómo se pondrá en práctica. Pero reiteró que las fuerzas ucranianas deben cesar la operación militar en las regiones orientales para sofocar la revuelta separatista prorrusa. También reconoció que en la conversación abordaron, entre otros temas, el restablecimiento de las relaciones económicas bilaterales.

Por su lado, el presidente ucraniano electo anunció que un emisario ruso viajará a Kiev para abordar los primeros pasos de su plan de paz a partir de mañana. A su juicio, el diálogo iniciado con Putin, aunque aún es prematuro, tiene «buenas posibilidades» de prosperar. «Hemos acordado no desvelar las diferentes vías de negociación a petición de todas las partes involucradas», se justificó.

Según la presidencia francesa, Vadímir Putin y Petro Poroshenko «se dieron la mano y conversaron normalmente». Fue «un intercambio normal y grave entre los dos dirigentes», valoraron fuentes del entorno de Hollande, que revelaron el compromiso de discutir en los días venideros «las modalidades de un alto el fuego» entre Kiev y los separatistas prorrusos. También anunciaron que Putin enviará un representante de Moscú a la investidura hoy en Kiev del presidente ucraniano, elegido el pasado 25 de mayo.

Putin también se entrevistó con Obama durante unos diez o quince minutos. Se trató de «una conversación informal, no de una reunión bilateral oficial», puntualizó Ben Rhodes, consejero adjunto de seguridad nacional del presidente estadounidense. Según comunicó el portavoz ruso, tuvieron oportunidad de «intercambiar opiniones sobre la situación en Ucrania y sobre la crisis en el este del país». Peskov agregó que hablaron sobre «la necesidad de reducir la violencia y las acciones militares».

Nuevo plazo

Fuentes de la Casa Blanca precisaron que el presidente estadounidense le advirtió a Putin de que debe apaciguar la situación en Ucrania o enfrentarse a un mayor aislamiento internacional. «El apaciguamiento depende de que Rusia reconozca al presidente electo Petro Poroshenko como el líder legítimo de Ucrania, cese el apoyo a los separatistas del este y deje de suministrar armas y material a través de la frontera», explicitó Rhodes.

Por su parte, Angela Merkel recordó al mandatario ruso que tiene una «gran responsabilidad» en la resolución de la crisis. En la conversación glosada por fuentes gubernamentales alemanas, la canciller le expuso que, «después de haber reconocido las elecciones presidenciales en Ucrania, ahora es momento de apostar por la estabilización, especialmente en el este» del país.

La víspera, al término del G7 de Bruselas, Obama y Merkel dieron a entender que se ha dado un plazo a Moscú, oficiosamente fijado en la convocatoria el 27 de junio del próximo Consejo Europeo. Si hasta entonces no se produce ningún signo tangible de desactivación en Ucrania, europeos y americanos podrían adoptar nuevas sanciones contra Rusia. A finales de junio también está prevista la firma de los acuerdos de asociación de la Unión Europea con Ucrania, Moldavia y Georgia, tres antiguas repúblicas soviéticas que tienen en común el contar con parte de su territorio bajo control ruso.