Boko Haram perpetra su mayor matanza
Seis asaltos de la milicia islamista en el noreste de Nigeria causan entre 400 y 500 muertos y los guerrilleros se apoderan de las aldeas devastadas
Actualizado: GuardarLa última operación bélica de Boko Haram ha provocado una matanza sin precedentes en el noreste de de Nigeria. Las últimas informaciones, procedentes de representantes políticos del área de Gwoza -el objetivo de los ataques- hablan de entre 400 y 500 muertos como balance provisional de seis asaltos a otras tantas poblaciones de esta región, situada en el Estado de Borno. Los testimonios de los supervivientes que han podido llegar a la capital, Maiduguri, se refieren a cientos de cadáveres esparcidos por las calles, aunque la cifra no puede ser verificada porque los guerrilleros permanecen en las aldeas devastadas, como demuestra la aparición de banderas de la secta sobre las colinas cercanas.
Las razias comenzaron el martes y siguieron durante cuarenta y ocho horas. El elevado número de víctimas se explica por las tácticas de los milicianos, que, como suele ser habitual, emplearon motocicletas y vehículos artillados para acceder al interior de las pequeñas aglomeraciones. En algunos casos, como en Barderi, entraron pacíficamente anunciando que sólo querían predicar y comenzaron a disparar cuando la multitud esperaba el sermón.
El caso de Attagara evidencia la crisis que sufre la zona, fronteriza con Camerún, mal comunicada con los grandes núcleos urbanos y prácticamente abandonada a su suerte. Los habitantes de esta localidad, de mayoría cristiana, habían solicitado el auxilio del Ejército después de que el domingo los insurrectos irrumpieran en un templo dando muerte a nueve feligreses. La venganza de algunos jóvenes contra otros vecinos musulmanes, con nuevas víctimas, alentaba la idea de represalias de los extremistas. La aparición de supuestos soldados fue acogida con alivio y la mayoría de los lugareños se reunieron en torno a los recién llegados, facilitando la posterior masacre.
Pero la operación tampoco distingue la confesión religiosa de sus objetivos. En Goshe, de amplia mayoría musulmana, se contabilizan cien fallecidos y, según los testigos, los yihadistas incendiaron todos los edificios, incluidas las mezquitas. Los supervivientes señalan que sólo las mujeres escaparon a su furia y que los asaltantes persiguieron a los nativos por los bosques cercanos. Además de destruir las viviendas, los rebeldes saquearon almacenes y se llevaron el ganado.
El elevado número de bajas convierte esta acción múltiple en la más sangrienta que se conoce de Boko Haram desde que inició su lucha armada hace cinco años. El 5 de mayo los fundamentalistas destruyeron Gamboru, a más de 150 kilómetros de esta zona, y acabaron con 315 paisanos. Al día siguiente, colocaron una bomba en el puente que debían atravesar las comitivas fúnebres.
Cruzar la frontera
El rapto de las niñas de Chibok concentra la atención tanto de la opinión pública internacional como de la nigeriana, pero el secuestro es sólo uno de los hechos más sorprendentes atribuidos a esta escalada de la insurgencia radical. Aunque ayer también se facilitaban datos de otros incidentes en Adamawa, otra provincia bajo estado de emergencia, el mayor número de hechos bélicos tiene lugar en Borno, territorio de unos cinco millones de habitantes con bajo índice de desarrollo. Las riberas del lago Chad y el área de Gwoza, colindante con las montañas de Mandara, uno de los feudos de los guerrilleros, se han convertido en sus objetivos preferentes con hostilidades prácticamente diarias.
Los desplazamientos son la consecuencia habitual de las acciones armadas. Naciones Unidas asegura que 300.000 personas han abandonado su hogar en el último año huyendo de los combates. Los nigerianos incluso cruzan las fronteras buscando asilo en Níger y Camerún. Después de ser acusadas de pasividad, las fuerzas armadas de Yaoundé han dado cuenta en los últimos días de choques con los rebeldes refugiados en el país, generalmente saldados, según los portavoces militares, con decenas de bajas entre los islamistas.