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El futuro Rey se compromete con la «unidad y diversidad» de España
El Príncipe de Asturias aprovecha su primer discurso tras el anuncio de abdicación del Monarca para lanzar un mensaje político
LEYRE (NAVARRA). Actualizado: GuardarEl aún príncipe Felipe sabía que todos los ojos y oídos estaban centrados en su intervención durante la entrega del premio Príncipe de Viana en el monasterio navarro de Leyre. Eran sus primeras palabras tras hacerse pública la decisión de don Juan Carlos de abdicar en él. Por eso, fueron toda una declaración de intenciones, claras y concisas. «Les reitero mi empeño y convicción de dedicar todas mis fuerzas, con esperanza e ilusión a la apasionante tarea de seguir sirviendo a los españoles, a nuestra querida España; una nación, una comunidad social y política unida y diversa», aseguró el futuro Rey.
Los Príncipes de Asturias acudieron al monasterio de Leyre para entregar el máximo premio a la cultura que se concede en la comunidad foral, que este año recayó en el historiador capuchino Jesús Morrás. Es un acto que se viene celebrando cada año desde hace un cuarto de siglo y que rara vez centra la atención de los medios pero esta vez todo fue distinta. Un centenar de periodistas se dieron cita en el entorno de una ermita realmente pequeña. El Heredero se mostró cercano a los ciudadanos y conocedor de la situación económica que padece España y quiso dar un mensaje de esperanza e ilusión. «La experiencia de tiempos pasados plasmada en las historia, nos enseña que solo uniendo nuestros afanes, anteponiendo el bien común a los intereses particulares, e impulsando la iniciativa, la investigación y la creatividad de cada persona lograremos avanzar hacia escenarios mejores», recomendó don Felipe. «El mejor conocimiento del pasado favorece que las sociedades avancen con paso firme hacia el futuro, del mismo modo -remarcó- que los árboles precisan de recias raíces afianzadas en la tierra para poder crecer con más fuerza».
En este sentido, realizó un llamamiento para que «todos, responsables institucionales, agentes sociales y económicos, entidades y ciudadanos» afronten con «decisión el futuro y ampliar el campo de esperanza que se abre ante nosotros». Las circunstancias quisieron que las primeras palabras del don Felipe tras el anuncio del Rey de abdicar, fueran en Navarra. El discurso mostró la normalidad con que se está desarrollando el cambio de la jefatura de la monarquía. De hecho, el propio don Felipe lo destacó. «Las circunstancias llevan a que mis primeras palabras después del anuncio de Su Majestad tengan lugar en esta querida tierra navarra, uno de los solares originario de nuestra patria española», señaló.
Complicidad
A pesar de ser consciente de la trascendencia que tendría su discurso el Príncipe de Asturias se mostró relajado a lo largo de las casi cinco horas que permaneció, junto a doña Letizia, en la comunidad foral. Un periodo de tiempo en el que, además de entregar el premio, participó en una ofrenda a los Reyes de Navarra y una comida con las máximas autoridades políticas, militares y religiosas. No faltaron miradas cómplices entre el matrimonio ni gestos de cariño hacia el galardonado, el nonagenario Jesús Morrás.
En el acto, la presidenta de Gobierno autonómico, Yolanda Barcina, también se refirió al proceso que se inició el lunes con el anuncio de la abdicación del Rey. «El pueblo de Navarra va a ser testigo con total serenidad de esta histórica sucesión en la Jefatura del Estado», dijo al tiempo que aseguró que «la comunidad foral de Navarra aportará su personalidad política, su carácter dinámico, su lealtad institucional y el esfuerzo de todos sus ciudadanos al servicio del progreso y el bienestar de España».
Durante la ofrenda a los Reyes de Navarra, el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, prometió al próximo jefe del Estado estar presente «ayudando a la construcción de una sociedad más justa y más fraterna». Y pidió al matrimonio que cuente con «la oración de los que forman la Iglesia» porque «el servicio a la unidad y el bien común a la caridad será ciertamente una de las principales preocupaciones» del futuro Rey de España.
Los Príncipes de Asturias y de Viana, tuvieron que levantarse en dos ocasiones como muestra del agradecimiento por la ovación, de más de un minuto de duración, con la que todos los asistentes puestos en pie recibieron las palabras de Don Felipe. Un modo de respaldar la proclamación de Felipe, dentro de unas dos semanas, como Rey de España.