«El Rey es el símbolo de la unidad de España»
El Consejo de Ministros aprueba una declaración institucional en la que agradece al Monarca sus 39 años de reinado
MADRID. Actualizado: GuardarEl Consejo de Ministros extraordinario de ayer, además de dar luz verde al anteproyecto de ley orgánica que permitirá el relevo en la Jefatura del Estado, aprobó una declaración institucional de respaldo a la Corona tras la abdicación de don Juan Carlos I de Borbón. Mariano Rajoy y su gabinete ministerial quisieron dejar sentado que el respaldo del Ejecutivo a la Corona es total e innegociable, y que no va a permitir aventuras reformistas en la Constitución que pongan en cuestión la Jefatura de Estado.
El Gobierno destaca en su declaración que el Rey, desde el mismo momento de su proclamación en 1975, «quiso serlo, y lo ha sido, de todos los españoles». Subraya asimismo que sin su impulso y liderazgo la transición no habría sido posible. Recuerda además que con su esfuerzo, junto con el de todos los que contribuyeron al advenimiento de la democracia, se culminó la Constitución, aprobada por referéndum el 6 de diciembre de 1978 y sancionada por el Rey.
«Si España -continúa la comunicación oficial- es hoy un Estado de derecho, moderno y democrático, que ha logrado alcanzar altas cotas de bienestar social y protagonismo en Europa y en todo el escenario internacional, se debe, en gran medida, al reinado de don Juan Carlos I».
En un contexto político como el actual, muy crispado por el órdago separatista de Cataluña, el Gobierno hilvana la figura de don Juan Carlos con la de la España de las autonomías. «La Constitución designó al Rey como el símbolo de la unidad y permanencia de España, árbitro y moderador de los poderes del Estado y el máximo representante de la nación española», expone la misiva que será leída en el pleno conjunto del Congreso y el Senado que proclame a Felipe VI dentro de dos semanas.
No podía faltar la mención al intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. «En los momentos en que el nuevo marco de convivencia se vio en peligro, la intervención del Rey al servicio de los españoles y de su democracia fue decisiva, asegurando los cimientos de libertad y concordia sobre los que se erigió el nuevo Estado social y democrático de Derecho», destaca.
El Gobierno no alberga dudas ante la nueva etapa de la Corona. En primer lugar «porque la Constitución asegura la normalidad en la sucesión a la Jefatura del Estado». Además, muestra su seguridad de que Felipe de Borbón por «su formación, carácter, experiencia y vocación de servicio a España» tiene todos los elementos a favor para «desempeñar adecuadamente sus funciones al servicio de nuestra patria».