Don Juan Carlos y el Príncipe conversan ayer durante el paso de la Patrulla Águila en el acto de San Lorenzo de El Escorial. :: S. PEREZ / REUTERS
ESPAÑA

El Rey y el Príncipe aparecen juntos en un acto militar tras el anuncio

Don Felipe se mostró muy pendiente de su padre en una reunión de una orden castrense en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

MADRID. Actualizado: Guardar
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Un día después de que el Rey anunciara su abdicación, don Juan Carlos y el Príncipe de Asturias escogieron un acto castrense para aparecer juntos por primera vez tras la renuncia. Ambos se presentaron ayer en una reunión militar en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, un lugar simbólico por estar ubicado el panteón de casi todos los reyes españoles.

Pese a tratarse de una reunión bianual de la Orden de San Hermenegildo, creada hace dos siglos por Fernando VII para premiar las conductas militares ejemplares, la Casa Real quiso dar a esta ceremonia un toque de solemnidad y grandilocuencia impropio de otras ediciones, a sabiendas de que era la primera fotografía juntos de padre e hijo tras el anuncio de la abdicación.

El Príncipe, vestido de teniente coronel del Ejército de Tierra, llegó el primero pasadas las 12:30 de la mañana a la explanada del monasterio de la sierra madrileña, y apenas un minuto después lo hizo su padre, con el uniforme de capitán general del Ejército. El máximo rango castrense que asumirá don Felipe cuando sea proclamado Rey, como establece el artículo 62 de la Constitución.

Con rictus serio y cierta frialdad, el Príncipe saludó a don Juan Carlos nada más bajarse del coche en la explanada del monasterio. Todo ello entre la expectación de un gran número de vecinos y turistas, y gritos de «Viva el Rey» y aplausos.

Ambos se dirigieron a la tribuna real. El Rey apoyado de una muleta y con ciertas dificultades al caminar. Antes de subir al palco, saludaron a las autoridades civiles y militares, entre los que se encontraban dos jefes de la cúpula militar, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa; y el gran canciller de la Orden de San Hermenegildo, el teniente general Francisco José García.

Una vez aposentados en la tribuna, asistieron al desfile de la Guardia Real, honraron el himno de España con las 21 salvas de honor por la presencia el Rey, y rindieron homenaje a los caídos por España. Fue entonces cuando se pudo ver a don Juan Carlos y a don Felipe un tanto emocionados, tarareando las emotivas letras de 'La muerte no es el final'.

Posteriormente, sobrevolaron el monasterio en dos momentos distintos los aviones de la Patrulla Águila, ausentes en la celebración de San Hermenegildo de 2013 como consecuencia de la política de ahorro presupuestario del Ministerio de Defensa.

Media hora después concluyó el acto y el Príncipe le advirtió a su padre para que saludase al público asistente antes de entrar en el monasterio, donde se celebró un oficio religioso presidido por el arzobispo castrense, Juan del Río. Finalmente hubo un concierto de órgano, tras el que el Rey impuso ascensos y condecoraciones a representantes de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil. Entre el reducido grupo de asistentes estaban los miembros de la orden, sus familiares e invitados de la nobleza y de la diplomacia.

A puerta cerrada

A continuación, en todo momento acompañado por su sucesor, el Rey presidió las deliberaciones, que no se hacen públicas, de esta reunión extraordinaria de una Orden creada en 1814 por Fernando VII para distinguir la constancia en el servicio y la intachable conducta de los militares de distintas graduaciones. La cruz de San Hermenegildo se otorga a los 20 años de servicio, la encomienda a los 25 y la placa a los 30, en tanto que la gran cruz está reservada a generales y oficiales.

El soberano de esta orden es don Juan Carlos, quien presidió en 2009 por última vez, acompañado también por el Príncipe, la reunión, mientras que el heredero de la Corona fue el encargado de presidirla en junio de 2011 y en mayo de 2013, en esa ocasión por no haber completado el Rey su recuperación de la doble operación de hernia discal.

La conmemoración del segundo centenario de la orden no incluía discursos, pero hoy habrá ocasión de oír al jefe del Estado durante la entrega del premio empresarial Reino de España y a su sucesor en la ceremonia del anual Premio Príncipe de Viana de la Cultura, que presidirá en el monasterio navarro de Leyre los próximos Reyes.