SEGUIR POR EL CAMINO TRAZADO
Actualizado: GuardarTras más de 38 años de ejemplar servicio a España desde la jefatura del Estado, Don Juan Carlos ha tomado la decisión de ceder al testigo a su hijo, el Príncipe de Asturias, quien, tras años de intensa formación, se encuentra perfectamente preparado para proseguir su labor y actualizarla en sintonía con los nuevos retos de nuestra época. Es evidente que la España de 1975 es muy diferente a esta de 2014 en la que, utilizando las palabras del propio Rey, «una nueva generación reclama por justa causa un papel protagonista». Sin embargo, no debemos olvidar que si eso es así, si, efectivamente, la España de hoy, pese a todas las dificultades presentes, es sustancialmente mejor que la de hace cuatro décadas en términos de democracia, libertad y progreso, eso es algo que en gran medida se lo debemos al propio Rey Don Juan Carlos.
Gracias a esa estabilidad institucional labrada a lo largo de todos estos años, podemos afrontar con la mayor normalidad el relevo en la Corona. Creo que ésta es la idea fundamental, frente a la que cualquier otro debate resulta accesorio. El camino está trazado y ahora de lo que se trata es de seguir recorriéndolo con energías renovadas y mirando hacia el futuro con confianza. Llega el momento de actualizar, en la persona de Don Felipe, nuestro leal compromiso con la Corona, como símbolo de la integridad del Estado, dentro de su esencial diversidad territorial, como catalizador de todas las energías positivas de la sociedad y como máxima garantía de nuestros derechos y libertades: tal es, sin duda el mejor homenaje que podemos hacer a la figura histórica del Rey Don Juan Carlos y a su legado. Y, por supuesto, es también el medio más inteligente de asegurar nuestro modelo democrático de convivencia y de propiciar nuestra prosperidad en este mundo cada día más exigente en el que nos toca vivir.
Majestad, por tantas razones, gracias para siempre.