
La Policía turca lanza gases lacrimógenos para dispersar otra protesta en Ankara
ESTAMBUL. Actualizado: GuardarAgentes antidisturbios turcos volvieron a emplear ayer gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar una manifestación en Ankara convocada en memoria de un joven que falleció hace un año por disparos de la Policía durante una protesta. Varios cientos de personas se congregaron en el centro de la capital para rendir homenaje a Ethem Sarisülük, una de las catorce víctimas mortales, entre ellas dos policías, que han dejado hasta ahora las revueltas iniciadas en el parque Gezi de Estambul hace justo un año.
Un amplio dispositivo de las fuerzas de seguridad bloqueó el lugar donde el joven de 26 años recibió el disparo. Sin embargo, los familiares consiguieron depositar finalmente flores y velas, según informó el diario turco Evrensel. «El asesino de Ethem es la Policía AKP», gritaban los manifestantes, en referencia al Partido para la Justicia y el Desarrollo del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan. «Esto es sólo el principio. Seguiremos luchando», aseguraron.
Grupos de manifestantes, entretanto, empezaron a enfrentarse a los antidisturbios en las calles cercanas. Fue entonces cuando los agentes utilizaron cañones de agua a presión, granadas de gases lacrimógenos y balas de plástico. El Gobierno había ordenado la víspera un importante despliegue de las fuerzas del orden y advirtió a los manifestantes de que no tolerarían ningún tipo de desorden.
Los 25.000 policías, apoyados por blindados que ocuparon el sábado el centro de Estambul, no impidieron tampoco que prendiera nuevamente la mecha de la violencia. Prueba de ello fueron los enfrentamientos que se produjeron entre policías y jóvenes que trataban de acercarse a la plaza de Taksim, centro neurálgico y símbolo de la oleada de protestas que el pasado año mantuvo Turquía en vilo durante semanas. Las tensiones políticas siguen muy vivas a pesar de la victoria decisiva del AKP en las elecciones locales del 30 de mayo, que refuerzan la ambición de Erdogan de presentarse a las presidenciales de agosto.