Rajoy se centra ahora en la política nacional

Una semana después de perder 2,6 millones de votos en las elecciones europeas, Mariano Rajoy hizo el sábado un primer movimiento con el que aspira, entre otras cosas, a «recuperar la ilusión» de esos españoles que, tras dos años y medio de severos ajustes presupuestarios, retiraron su confianza al PP. El jefe del Ejecutivo anunció que la próxima semana aprobará un plan de estímulos para reactivar la economía con 6.300 millones de euros de los cuales sólo 3.630 millones son públicos y además estaban ya presupuestados. Pero también pretende dedicar más atención a la política nacional.

Como primera medida a corto y plazo, el jefe del Ejecutivo ha ordenado al gabinete de Moncloa que aminoren su agenda internacional para el segundo semestre del año. Su intención es participar en más actos en comunidades autónomas especialmente sensibles para su partido en estos momentos como Madrid, Valencia y Andalucía. Son los tres territorios donde más se apreció el divorcio entre los el PP y sus votantes. Todo ello sin olvidar que Artur Mas mantiene el 9 de noviembre como fecha para celebrar el referéndum soberanista en Cataluña. Una consulta que, según Rajoy, nunca se va a celebrar.

El presidente del Gobierno tenía previsto realizar este año 20 viajes fuera de España. Un periplo que costará 37,8 millones, según consta en los Presupuestos Generales del Estado para este año. Mantendrá su asistencia a citas económicas de primer nivel como los Consejos Europeos (Bruselas) el G-20, (Australia) o la Cumbre Iberoamericana (México) y fuentes del Ejecutivo también consideran más que plausible que se desplace hasta un país del África subsahariana (sin determinar) y a Nueva York, para participar en la Asamblea de Naciones Unidas.

El miércoles se trasladará hasta la ciudad portuguesa de Vidago, para participar, junto al primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, en la cumbre bilateral. Será su primera rueda de prensa con preguntas -aunque sólo dos por país- desde abril. Pero otros destinos sobre los que se había barruntado como China, India, Argentina o Brasil, quedan en el aire.

Tranquilidad

Rajoy y su más estrecho equipo de colaboradores trabajan además en medidas concretas para mejorar la comunicación del Gobierno y del PP, aunque esto no implica, según fuentes oficiales consultadas, una mayor presencia del líder popular y sus ministros en los medios de comunicación. Preocupa más la manera en la que cargos públicos y orgánicos del PP explican a los ciudadanos qué ha hecho este Gobierno para evitar la quiebra del país.

Rajoy ha tomado «perfecta nota» del aviso que le lanzaron sus votantes el 25-M, según fuentes de su entorno. No obstante, insiste en hacer un llamamiento a la calma desde el «irrefutable dato» de que el PP ganó los pasados comicios europeos. El máximo dirigente popular defendió ante los miembros del comité ejecutivo del partido que, pese a la rotundidad de la cifra -2,5 millones de votos menos que en 2009-, no se puede hablar de debacle y desgranó los tres motivos que, a su juicio, han provocado esta hemorragia controlada: desinterés por las elecciones europeas, un voto de castigo mediante la abstención y, finalmente, un trasvase de votos hacia el PSOE, mínimo pero significativo.