Citan a declarar al vicepresidente de Argentina por un caso de corrupción

Tras una investigación de más de dos años, la justicia federal de Argentina citó ayer a declaración indagatoria al vicepresidente Amado Boudou en una causa en la que se investiga si intervino para favorecer a una empresa que había sido adquirida por presuntos testaferros suyos. «Juro, sostengo, y voy a demostrar que no cometí hechos de corrupción», declaró el segundo de Cristina Fernández al conocer la citación del juez Ariel Lijo para el 15 de julio. La causa había comenzado en 2012 cuando una mujer reveló que su exesposo era testaferro de Boudou.

La oposición expresó su satisfacción con la resolución judicial que dio curso al pedido de la fiscalía. Diversos dirigentes coincidieron en señalar que la mandataria debería pedirle la renuncia a su segundo. De lo contrario, dicen, podría ser necesario un juicio político para destituirlo.

El vicepresidente, convocado junto a otras cinco personas, está bajo sospecha de haber adquirido la empresa Ciccone -dedicada a la impresión de billetes y otros documentos públicos- cuando estaba quebrada. La firma fue comprada por una empresa vinculada a un socio y amigo de Boudou. La adquisición, realizada «aprovechando su condición de funcionario público» -según el juez- se realizó mientras Boudou era ministro de Economía, antes de que Fernández lo designara como compañero para las elecciones de 2010.

Boudou aseguró que la citación judicial responde a presiones de los medios y de la oposición. No obstante, la celebró como una oportunidad para su defensa y negó que vaya a pedir licencia. «Soy parte de este gobierno y lo voy a seguir siendo», afirmó. En caso de continuar en el cargo, el vicepresidente deberá presentarse a la indagatoria el día en que estará al mando del Ejecutivo por ausencia de Cristina, que el 15 de julio debería estar en Fortaleza, Brasil, para participar de la cumbre de los BRICS.