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La red yihadista capturada en Melilla planeaba atentar en breve en Marruecos
Los seis españoles arrestados habían enviado a 26 muyahidines a Malí y Libia para entrenarse y preparar su regreso
MADRID. Actualizado: GuardarLos responsables de los servicios antiterroristas de la Guardia Civil y de la Policía no se cansaron ayer de insistir en que la operación 'Javer' desarrollada esa madrugada en Melilla es mucho más que un zarpazo a la redes de captación de muyahidines. La redada, en la que fueron capturados seis españoles de origen marroquí, probablemente ha abortado el nacimiento de una peligrosa célula islamista a caballo entre Melilla y la ciudad marroquí de Nador que planeaba atentar contra objetivos marroquíes, y quizá españoles, con la ayuda de los yihadistas retornados que se han entrenado en acciones reales en Malí, Libia y Siria.
Las operaciones coordinadas por la trama ahora desmantelada incluyen la participación de terroristas salidos de Melilla no solo en atentados y refriegas contra ejércitos regulares en los que algunos de los enviados ya han muerto, sino también en asesinatos masivos de población civil, secuestro de occidentales o ejecuciones públicas en aplicación de la 'sharia' (ley islámica) en zonas de Malí.
El Ministerio del Interior sostuvo que la red desmantelada se había «sobredimensionado» y ya «trabajaba para la adquisición de armas y manuales de explosivos». «Esta nueva variante en su dinámica operativa habría incrementado la peligrosidad de la misma, convirtiéndose en una grave amenaza para la seguridad nacional», apuntó el departamento que dirige Jorge Fernández. Los analistas de Interior recuerdan que cerca de un millar de marroquíes han estado o están combatiendo en el extranjero en las filas de Al Qaida y grupúsculos afines, y se espera que retornen en breve al país vecino.
De la envergadura de esta red que lideraban los seis arrestados da cuenta su capacidad para captar y trasladar muyahidines a las zonas más calientes del planeta.
En los últimos años habían logrado enviar a no menos de 26 yihadistas, 24 marroquíes y dos españoles, sobre todo al Sahel encuadrados en la organización terrorista Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (Muyao), un enjambre de células nacidas en 2011 de la principal franquicia de Al Qaida en Africa, el AQMI. Al Muyao se le considera responsable del secuestro en octubre de 2011 de los cooperantes españoles Ainhoa Fernández de Rincón y Enric Gonyalons en Tinduf. Fueron liberados nueve meses después en Malí.
Los detenidos, todos residentes en los núcleos más deprimidos y conflictivos de la ciudad, los barrios de La Cañada de la Muerte, Monte María Cristina y Reina Regente, tienen edades comprendidas entre los 42 y los 26 años. Se trata de Mustafa Al Lal Mohamed, Kamal Mohamed Driss, Mohamed Mohamed Benali, Mustafa Zizaqui Mohand, Rachid Abdel Nahet Hamed y Benaissa Laghmouchi Baghdadi. Este último arrestado es el primer yihadista de nacionalidad española entrenado en el desierto del norte de Malí retornado a Melilla con la misión de captar y formar a nuevos combatientes.
Pero hay otro español implicado en esta investigación y que aún no ha podido ser detenido, Zakaria Said Mohamed, un exmilitar profesional que se encuentra en Malí, donde adiestra a terroristas en el manejo de armas, explosivos y fabricación de bombas. Interior ha pedido ya la colaboración de servicios de inteligencia de otros países para tratar de capturarle por todos los medios.
Finales de 2012
El grupo desarticulado bajo la coordinación del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu es, en realidad, la continuación de otra red yihadista desmantelada en Marruecos a finales del 2012 con la detención de 29 de sus miembros. Como aquel grupo, la red de Melilla tenía importantes vínculos y contactos en Nador, donde desarrollaba biena parte de sus tareas de captación, adoctrinamiento, financiación, además de facilitar los medios necesarios para el traslado de los yihadistas a los países en conflicto.
Pero la mayor potencialidad de los seis detenidos para captar adeptos y hacer proselitismo de la guerra santa era internet, a través de la marca en la red Sharia4Spain, que gestionaban en exclusiva. 'Sharia4Spain' es la franquicia patria del denominado Movimiento Global Sharia4, que proclama sin ambages la implantación de la ley islámica en todo el planeta a través de todo tipo de redes sociales que se organización a nivel nacional.
Los servicios antiterroristas españoles siguen la pista de esta organización en la red desde principios de 2010. De hecho, un viejo conocido de la Comisaría General de Información de la Policía, Mustafá Maya Amaya, el minusválido postrado en una silla de ruedas detenido en marzo en Melilla acusado de haber montado una gran plataforma en internet para captar muyahidines, fue uno de los primeros diez integrantes de 'Sharia4Spain', un colectivo que en la actualidad tendría unos 400 seguidores.