La inflación cae dos décimas y se sitúa en el 0,2% en mayo
El descenso se debe a la bajada de precios de alimentos y bebidas no alcohólicas, mientras los expertos no descartan tasas negativas en verano
Actualizado: GuardarLa inflación vuelve a moderarse en mayo al caer dos décimas y situarse en el 0,2%, según el indicador adelantado del índice de precios de consumo (IPC) publicado ayer por el INE. Este descenso se debe a la bajada de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, frente a la subida registrada en el mismo mes de 2013. En cualquier caso, este dato -que deberá ser confirmado el próximo 13 de junio- vuelve a hacer resurgir los temores a una deflación, cuestiona las previsiones del Gobierno sobre la evolución de los precios y pone los focos, una vez más, en las posibles medidas que adopte el BCE.
El IPC en tasa interanual vuelve a una senda bajista después de que en abril se recuperara y creciera hasta el 0,4% tras situarse en el -0,1% en marzo. Según los expertos, el efecto de la Semana Santa influyó para que la inflación en abril aumentase a ese ritmo. Sin embargo, tras superar los efectos de calendario -que también se dieron en marzo ya que la festividad en 2013 cayó en ese mes- los precios vuelven a cifras cercanas al 0% y los analistas consideran que no se moverá demasiado.
En cuanto a la variación mensual, los precios de consumo registraron en mayo una tasa plana del 0% respecto a abril. Además, según los datos del INE la variación anual del indicador adelantado del IPC armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro-, fue del 0,2%, una décima inferior a la registrada en el mes anterior.
Con estos datos y ante el riesgo de deflación, la previsión del Gobierno repetida en numerosas ocasiones es que los precios se recuperarán poco a poco para terminar el año en tasas próximas al 0,5%. «La inflación se ha mantenido en la dirección prevista», explica María Jesús Fernández, analista de Funcas. Sin embargo, esta economista insiste en diferenciar entre baja inflación y deflación. Y considera que la realidad actual se corresponde con el primer caso.
«Lo que está ocurriendo es un ajuste de precios después de los años de expansión», asegura. Fernández, de hecho, no descarta que en verano haya algún mes con un tasas de inflación negativas. Por eso cree que la inflación a final del año será inferior al 0,5% previsto por el Ejecutivo y más próxima al 0,3%. Sin embargo, considera que la deflación significaría una «caída de precios constante y continuado en el tiempo». Y, de momento, eso no ha ocurrido. De hecho, desde que el IPC anual se situó en una tasa negativa (-0,1%) en octubre de 2013 ha registrado leves subidas interanuales de entre el 0,2% y el 0,3%, llegando a mostrarse plano en febrero de este año. Así, la tasa de inflación interanual finalizó 2013 en el 0,2%, el nivel más bajo de toda la serie histórica desde 1961.
Matías Lamas, analista de Afi, también considera coherente el dato de IPC. En su opinión, la tasa de mayo va en la línea de las cifras cercanas al 0% previstas y que irán repuntando en los próximos meses. Este experto destaca que la baja inflación «facilita el consumo» ya que tiene como aspecto positivo el mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores o pensionistas en una situación de moderación salarial. Sin embargo, Lamas reconoce que la caída de precios persistente perjudica la recuperación porque complica el pago de la deuda.
«La deflación está encima de la mesa. El riesgo está latente», asegura Lamas. Precisamente, por esta baja inflación que no solo afecta a España, sino a toda la eurozona, este experto pone los focos en las decisiones que tome el BCE en la reunión de la próxima semana. «Hay muchos argumentos para que el BCE mueva ficha», asegura Lamas, que considera probable una bajada de tipos de interés próximos al cero -actualmente en el 0,25%- y políticas monetarias menos convencionales.
Y es que el objetivo de la entidad emisora de una inflación del 2% está muy lejos de cumplirse. Los últimos datos de Eurostat indican una tasa del 0,7% que probablemente descenderá más. Sin embargo, los expertos dudan de que las medidas del BCE en un primer momento tengan un impacto importante en la evolución de los precios.