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El Supremo complica todavía más el futuro procesal de Urdangarin
El alto tribunal confirma una de las mayores penas por un caso de corrupción plagado de paralelismos con el del yerno del Rey
MADRID. Actualizado: GuardarEl mismo juez instructor, José Castro. Idéntico fiscal, Pedro Horrach. El mismo tribunal en primera instancia, la Audiencia Provincial de Palma. Tres de las imputaciones idénticas, prevaricación, malversación de caudales públicos y fraude a la Administración. La actitud del principal imputado, la misma: negar todas y cada una de las acusaciones y rechazar de forma frontal cualquier intento de pactar con la Fiscalía Anticorrupción para intentar beneficiarse de algún eximente.
¿La primera sentencia? 16 años de cárcel frente a las penas mucho menores para los otros procesados arrepentidos, que reconocieron, al menos parcialmente, su participación en el saqueo de millones de fondos públicos. ¿Resultado del recurso ante el Supremo conocido ayer? El alto tribunal confirma punto por punto la que hasta hoy es la mayor pena jamás impuesta en un caso de corrupción de Baleares y una de las más altas en la historia judicial española. Un sumario, el llamado 'Scala' o 'Cola Cao', que está lleno de paralelismos con el 'caso Nóos'.
El Supremo confirmó ayer la condena de 16 años de prisión que la Audiencia de Palma impuso al exconseller balear del PP de Comercio Josep Joan Cardona, a quien Horrach acusó de asociación ilícita, malversación continuada de caudales, prevaricación, falsedad documental, fraude a la administración y falsedad. Delitos muy similares a los de Urdangarin, si bien el duque se enfrenta además a tres delitos fiscales.
El alto tribunal da por buenos todos los argumentos de la sentencia de julio de 2013 de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma, la que es probable que juzgue el 'caso Nóos'. Esto es, que el consejero del Gobierno que presidió Jaume Matas entre 2003 y 2007 fue el máximo responsable de una trama que cobró comisiones y falseó contratos para saquear millones de euros de fondos públicos.
Aquel fallo, ayer ratificado, fue un éxito para Anticorrupción, que había pedido 21 años de prisión para el que fuera máximo responsable del PP de Ibiza y que siempre se negó a pactar y confesar que dirigía la red que falseó contratos a través del Consorcio de Desarrollo Económico de las islas para desviar más de cinco millones de euros a sus bolsillos. Una cantidad muy parecida a la que se imputa a los responsables de Nóos, seis millones. Los jueces, entonces y ahora, consideraron que no se podía dar «credibilidad alguna» a Cardona cuando se amparaba en su «absoluto desconocimiento» sobre la entidad que presidía. Tesis similar a la que arguye Urdangarin para sacudirse su responsabilidad en el Instituto Nóos y endosársela a su exsocio Diego Torres.
Peor parado
Cardona, sin duda, es el que ha salido peor parado por su insistencia en no llegar a acuerdo alguno con el fiscal. Sus antiguos colaboradores pactaron, se arrepintieron, devolvieron el dinero y terminaron acusando a su antiguo jefe a cambio de un muy importante reducción de penas. De hecho, de los otros quince condenados ninguno recurrió al Supremo. Ni siquiera los tres imputados a los que les cayeron condenas que comportaban ingreso en prisión; eso sí, de cinco años y cinco meses, en el caso del ex director general de Promoción Industrial Kurt Viaene, un castigo tres veces menor del impuesto al exconsejero balear.
Urdangarin, como Cardona hasta ahora, se empeña en no pactar con la Fiscalía, no admitir delito alguno, no hacer nada por devolver el dinero, no tratar de acogerse a alguna atenuante y sentarse sin blindajes en el banquillo acusado de penas que pueden llegar hasta los 17 años de cárcel. Como en el 'caso Scala', en el sumario del 'caso Nóos' ya hay también arrepentidos dispuestos a acusar a su jefe para reducir su posible pena.
De hecho, explican fuentes del proceso, el Fiscal Anticorrupción tendría ya, al menos, tres procesados listos para pactar y a tirar de la manta.