Las falsas facturas desgarran a la derecha francesa
Copé abandona la presidencia de la UMP, formación a la que llegó en 2012 entre sospechas de pucherazo
PARÍS. Actualizado: GuardarLa UMP, el partido creado en 2002 por Jacques Chirac a imagen del PP, se desgarra. Ni 48 horas ha resistido la formación conservadora verse superada por el ultraderechista Frente Nacional en las elecciones europeas del domingo en Francia. Su presidente, Jean-François Copé, anunció ayer su dimisión diferida al 15 de junio y la convocatoria en octubre de un congreso extraordinario al que no podrá presentarse. El detonante de la crisis ha sido el 'caso Bygmalion', nombre de una sociedad de comunicación creada por amigos de Copé y sospechosa de emitir falsas facturas por importes millonarios.
El escándalo de corrupción ha resucitado las viejas querellas intestinas y los duelos cainitas entre clanes enfrentados por el poder. El lavado de los trapos sucios de la mal avenida familia conservadora en el patio público ha derivado en un ajuste de cuentas para hacerse con el control del partido de cara a las presidenciales de 2017. Ni siquiera el retirado Nicolas Sarkozy, recibido ayer en Madrid por el Rey Juan Carlos y por Mariano Rajoy, se ha librado de las salpicaduras de sangre por la batalla fratricida.
El primer asalto se dirimió en un buró político tenso y violento en el que la dirección presentó la renuncia en bloque. Hasta el congreso anticipado del otoño asumirá la transición un triunvirato formado por los antiguos primeros ministros Alain Juppé, Jean-Pierre Raffarin y François Fillon. Copé, cuyo mandato expiraba en noviembre de 2015, pasará el relevo a la dirección colegiada transitoria el próximo 15 de junio.
Figura contestada desde su elección a finales de 2012 entre sospechas de pucherazo, Copé no ha podido resistir a la ofensiva capitaneada por Fillon, perdedor de aquel duelo amañado. La explosión de la bomba Bygmalion le ha dejado aislado y privado de sus últimos apoyos al dinamitar la alianza circunstancial sellada en el verano de 2012 con Sarkozy. El pacto consistía en mantener el control del partido durante el retiro del expresidente al abrigo de sus rivales a cambio del puesto de primer ministro en caso de reconquista del Elíseo.
Manipulaciones contables
En una maniobra desesperada para desviar la atención, Jerôme Lavrilleux, brazo derecho de Copé, involucró a Sarkozy el lunes en el montaje de facturas falsas. Afirmó que prestaciones de Bygmalion por importe de once millones de euros fueron facturadas indebidamente en 2012 a la UMP en lugar de ser registradas en las cuentas de la campaña electoral del expresidente, sujetas a un tope para su reembolso por el Estado. «No hubo ninguna malversación, ningún pago en metálico ni enriquecimiento personal», declaró en televisión con lágrimas en los ojos el recién elegido eurodiputado.
El problema es que Le Point, el semanario que destapó el escándalo hace tres meses, sale hoy a la venta con nuevas revelaciones que contradicen la tentativa de limitar el caso a manipulaciones contables a favor del candidato Sarkozy. Según la revista, sólo en 2012 23,5 millones salieron de las cajas de la UMP en pagos a Bygmalion, «encrucijada de extraños flujos financieros implicando a múltiples protagonistas».
Al amparo de las filtraciones, la Fiscalía de París abrió el 5 de marzo una investigación preliminar por los presuntos delitos de falsedad documental, malversación de caudales y abuso de confianza. Policías de la oficina central de lucha contra la corrupción financiera y fiscal iniciaron el lunes registros en la sede de la UMP y en los locales de Bygmalion que finalizaron ayer de madrugada. La investigación judicial amenaza la supervivencia de un partido que el domingo perdió un tercio de sus eurodiputados y quedó a cuatro puntos del victorioso Frente Nacional.