Sociedad

Una misa histórica en el Cenáculo de la discordia

Bergoglio celebra la segunda eucaristía en 500 años en un lugar crucial de la fe, pero disputado por las tres religiones de Jerusalén

JERUSALÉN. Actualizado: Guardar
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El último acto del Papa en Jerusalén fue una misa muy especial en el Cenáculo, un lugar crucial para la fe católica, pues es donde la tradición sitúa la Última Cena, el lavado de pies y el reencuentro de los apóstoles tras la Resurrección. Sin embargo, este emplazamiento está rodeado de una enorme controversia. De hecho, según los datos de la Custodia de Tierra Santa, el ente franciscano encargado de la gestión de los lugares sagrados cristianos, ha sido la segunda eucaristía que se celebra en 500 años en este pequeño templo. La primera la ofició Juan Pablo II en 2000.

Este lugar situado en el monte Sión, fuera de las murallas, era propiedad de los franciscanos, que llegaron en el siglo XIV, pero dos siglos después pasó a manos del Imperio Otomano, que lo convirtió en mezquita. Desde entonces se prohibió la misa. En 1948 el edificio quedó en territorio de Israel. También es sagrado para los judíos, que sitúan en el subsuelo la tumba de David, aunque es una conclusión basada en unas líneas de la Biblia, sin ninguna evidencia arqueológica.

Por su valor para la Santa Sede, el Cenáculo entró en 1994 en las negociaciones entre Israel y el Vaticano, cuando establecieron relaciones. Pero, por su complejidad, es uno de los últimos dossieres por cerrarse, junto a las cuestiones económicas, de exención de impuestos y tasas para los religiosos y propiedades eclesiásticas en Israel.