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David Cameo arranca la máscara a Pablo Tusset
El esquivo escritor que arrasó con 'Lo mejor que le puede pasar a un cruasán' publica 'Franz y Greta' bajo su verdadera identidad y con otra voz
MADRID. Actualizado: Guardar«Necesitaba una voz radicalmente distinta para este libro. La sarcástica voz de Pablo Tusset no me servía, así que recurrí a otra bajo mi verdadera identidad». Así se arranca la máscara el exitoso y escurridizo narrador de 'Lo mejor que le puede pasar a un cruasán' (2001) y se presenta David Cameo (Barcelona 1965) como autor de 'Franz y Greta' (Destino). Es una novela de inspiración clásica con referencias a los personajes eternos de los hermanos Grimm, Lewis Carroll o Carlo Collodi. Está en las antípodas de la desternillante y cáustica aventura del cruasán y las secuelas firmadas por Tusset: el thriller psicológico 'En el nombre del cerdo', la sátira política 'Sakamura Corrales y los muertos rientes' y la distopía 'Oxford 7'.
Dar la cara es un doble mortal adelante para un escritor a quien el éxito le cayó encima y casi le aplasta. «Fue duro y a veces desagradable. Durante tres años me aislé del mundo; ni hablaba con mi editor ni respondía a a sus mensajes», explica Cameo-Tusset. «No soy el tipo hosco e intratable que muchos piensan; pretendí que nadie supiera que era escritor. Creí que era la mejor forma de llegar a la realidad», asegura. Se le pasó por la cabeza renunciar a escribir pero comprendió que «no podía ser otra cosa; que la mente del escritor está tocada, que lo que oye ve y experimenta despierta el reflejo de cómo explicarlo, y que entonces está perdido».
Superada la crisis, asume sus dos nombres y sus dos voces, como Jeckyll y Hyde. «La de Tusset mira al exterior y es crítica y sarcástica. Pero para hablar de las cosas del alma humana, el sarcasmo no sirve», explica. No ha matado «ni mucho menos» a su originario yo literario. «No esta criogenizado, ni huido. No tardará en volver. Es como esos muñecos que los ventrílocuos meten en la maleta al final de la actuación y que no dejan de pedir volver a escena», aclara un David Cameo acomodado a su novedosa dualidad. «David acaba de nacer y me basta con dos voces; la exterior y la interior. Quizá con 75 años necesite un tercer hombre», ironiza. «La próxima novela será casi seguro de Tusset, que tiene muchas más cosas en el cajón», explica Cameo, consciente de que su apellido «es un fortuna». «Es un concepto internacional. Si fuera David López, me lo hubiera pensado, pero no podía renunciar a este maravilloso guiño», se felicita.
Para que no haya dudas de su intención, «Érase una vez» son las primeras palabras de 'Franz y Greta'. Son dos críos que se pierden en un centro comercial y a los que el lector conocerá cuando de adultos repasen los azares de su vida.