El independentismo arrasa en Flandes
La N-VA de Bart de Wever deberá buscar fórmulas de gobierno con unos socialistas que vuelven a ganar con cierta holgura en Valonia
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEl independentismo flamenco logró ayer un resultado histórico en las elecciones regionales y federales de Bélgica al lograr casi un 33% de los votos, cinco puntos más que en los comicios de 2010, cuando sus resultados ya fueron calificados de excepcionales. La N-VA liderada por el actual alcalde de Amberes, Bart de Wever, se garantizó ayer ser una pieza esencial para la formación del próximo Gobierno federal ya que será muy complicado que el resto de formaciones puedan volver a aislarle, como sucedió hace cuatro años. Porque si en Flandes arrolló la N-VA, al sur, en Valonia, los socialistas del actual primer ministro, Elio di Rupo, volvieron a demostrar su dominio al lograr casi el 30% de los sufragios (7 puntos menos que en 2010), aunque el Movimiento Reformista acabó pisando los talones al recabar el 27% de los votos.
Bélgica es un país que en lo administrativo es extremadamente complejo por su fractura cultural, lingüística y política. Un Estado dividido en dos: norte y sur, Flandes y Valonia, idioma flamenco y lengua francesa, ricos y menos ricos, independentistas y socialistas. Al este, sobrevive un pequeña comunidad de influencia alemana. Bruselas, la ciudad más multicultural de Europa al acoger a funcionarios de 28 nacionalidades, es una suerte de isla donde los francófonos son abrumadora mayoría.
Los resultados de ayer corroboraron las proyecciones de todos los sondeos, ratificando el dominio de una N-VA que sin embargo acudió a la cita con un programa en el que la ruptura del país quedaba relegada a un segundo plano en favor de las medidas de índole económico y social, mucho más pegadas a la realidad. Porque aunque Bélgica ha sobrevivido con suficiencia a la crisis no han sido ajenos a los recortes. Además, en su reciente congreso de febrero, que proponen una «evolución, más que una revolución», centrándose en objetivos más realistas dentro del marco de la Unión Europea, alérgico a todo tipo de aventuras separatistas. Pero hay otros datos a tener en cuenta. Solo el 20% de los belgas estaría a favor de la independencia.
¿Otros 541 días de espera?
La N-VA golea en el norte con 13 puntos de diferencia sobre los Cristiano Demócratas, y el PS gana mantiene la hegemonía en el sur, pero con muchos más apuros de los esperados. El guión apenas ha variado, de ahí que el principal interrogante siga siendo el mismo: ¿Quién gobernará el país? El actual Ejecutivo, liderado por Di Rupo, tardó 541 días en constituirse ya que finalmente se cerró una coalición de tres familias políticas (socialista, democristiana y liberal) y seis partidos: dos de cada una de estas familias, tanto la versión francófona como la flamenca -las elecciones son tan complejas que un mismo partido no se presenta en las dos regiones; por ejemplo, hay dos partidos socialistas diferentes-.
Para ello será esencial conocer el reparto provisional de los 150 escaños del Parlamento federal, aún no desvelado. Al cierre de esta edición, la tendencia era similar a la de la recién termina legislatura, con una N-VA al alza que podría superar los 30 diputados frente a los 27 actuales. Los socialistas valones perderían tres o cuatro, quedándose en 22, a los que habría que sumar los 12 de sus compañeros flamencos. Los Refornmistas valones subirían hasta los 18, igual los Cristiano Demócratas flamencos.