Denuncian al alcalde de Sestao por negarse a empadronar inmigrantes
El regidor argumenta que «la mierda» de los extranjeros no va a llegar a su pueblo y si entra «la echo yo a hostias»
BILBAO. Actualizado: GuardarSOS Racismo denunció ayer en un juzgado al alcalde del municipio vizcaíno de Sestao por negarse a empadronar inmigrantes. La organización acusa al nacionalista Josu Bergara de «prevaricación» con el agravante de «racismo» por oponerse a inscribir a cinco familias extranjeras en el registro de la localidad. El alcalde justifica su decisión porque los vecinos no quieren más extranjeros en el municipio porque protagonizan muchos incidentes.
«La mierda ya no viene a Sestao. Si no la hecho yo. Ya me encargo yo de que se vayan, a base de hostias, claro». Quien así habla es el alcalde y militante del PNV en una conversación grabada con representantes de inmobiliarias en junio de 2013 y que ha sido incorporada a la denuncia presentada en un juzgado de Baracaldo. En otro momento del diálogo reconoce que el vecindario está «hasta los cojones de los rumanos y de los moros», animadversión que hace extensiva a «los gitanos» porque «buenos hay pocos». También admite que incumple le ley «todos los días, a todas las horas», pero lo hace «en beneficio de todos» porque no es «un nazi».
Ahora, un año después de aquella grabación, no se «enorgullece» de las palabras «inadecuadas», fruto de «un calentón». Admite que estuvieron «fuera de tono» y pide «perdón». Bergara, que fue director de Igualdad y Derechos Ciudadanos de la Diputación de Vizcaya, insiste, no obstante, en que el vecindario, que ha organizado «patrullas ciudadanas, está harto» de soportar la delincuencia de los inmigrantes.
El regidor sostiene que en aquella charla solo se refería a los «delincuentes» que siembran la inseguridad entre la población. Bergara, no obstante, duda de la legalidad de una grabación «editada y manipulada». Los que no parecen estar en desacuerdo con la política y el lenguaje del alcalde fue el grupo de vecinos que le recibió ayer al llegar al Ayuntamiento con aplausos y gritos de «aurrera (adelante) Josu».
Las representantes de SOS Racismo Nekane García y Brígida Ridruejo señalaron tras presentar su denuncia que han recibido muchas quejas de inmigrantes y gitanos en estos dos años de gestión del alcalde nacionalista. Sestao es una localidad que ha sido gobernada durante muchos años por los socialistas, pero en las últimas elecciones municipales venció el PNV y hubo un relevo en el Consistorio.
Sostuvieron asimismo que el Ayuntamiento, por medio de la Policía Municipal y, a veces, a Ertzaintza, «ha estado acosando a las familias (extranjeras), entrando sus casas, desvalijándoles, incluso con abusos policiales, palizas y golpes para presionarles y que se fuera den Sestao». Precisaron que el caso de las cinco familias a las que se niega el padrón, y por tanto no pueden acceder a la Sanidad o la Educación, no es excepcional porque en SOS Racismo han recibido numerosas denuncias en el mismo sentido. Explicaron que hace dos años pidieron la intervención del Ararteko (defensor del Pueblo vasco), que instó, sin ningún éxito, al alcalde a que empadronara a los extranjeros.
La repulsa entre las fuerzas políticas fue general, aunque la crítica de desde el Gobierno vasco y el PNV fue paniaguada. El portavoz del Ejecutivo de Vitoria, Josu Erkoreka, confió en que el alcalde aclare sus palabras porque si es cierto lo que se le atribuye «no son plausibles». En el PNV nadie dio la cara, y desde el anonimato algunos dirigentes dijeron que fueron palabras «desafortunadas». Los nacionalistas además asumieron la tesis del alcalde y sostuvieron que se refería a los delincuentes y no a los inmigrantes.
El secretario del PSE de Vizcaya, José Antonio Pastor, tachó los comentarios de «intolerables y xenófobos» e «indignos» de un alcalde que antes fue director de Igualdad de la Diputación. La secretaria general del PP vasco, Nerea Llanos, consideró que fueron «absolutamente racistas e irresponsables». UPyD pidió que el PNV expulse al regidor e IU reclamó la destitución.