François Hollande flanqueado por los presidentes de Chad, a la izquierda, y Nigeria, a la derecha. :: EFE
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Nigeria pide auxilio en su guerra contra Boko Haram

La cumbre sobre la milicia radical en París airea la incapacidad del Ejército nigeriano para combatir el terrorismo islámico

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«Las fuerza de seguridad nigerianas no están bien estructuradas para este reto, lo que se ha comprobado porque los problemas empeoran», aseguró ayer William Hague, el ministro de Asuntos Exteriores británico en la cumbre sobre Boko Haram celebrada en París. La intención de acordar un plan de acción regional, estrategia que supone una declaración de guerra contra los extremistas por parte de todos los participantes en la conferencia, no oculta la desconfianza expresa de los mismos aliados en torno a la capacidad militar de la potencia nigeriana para acabar con el terrorismo islamista. La reunión, promovida por el Elíseo, contó con la presencia del presidente Goodluck Jonathan, sus colegas de los países vecinos y representantes de EE UU y la UE.

La amenaza que supone la banda para toda África Occidental, acrecentada por la certeza de sus contactos con Al-Qaida, no ha implicado, en realidad, grandes novedades en el plano operativo. Las declaraciones a favor de coordinar acciones en la frontera del Lago Chad y compartir la información de los servicios secretos no constituyen novedad alguna, ya que Washington, Londres y París comparten con Abuja los informes de la inteligencia y la cita francesa tampoco concluyó con la aportación de tropas europeas, más allá de la intención británica de aportar consejeros militares y la intención francesa de intervenir, si es preciso, con parte de los 6.000 efectivos que mantiene en Malí y República Centroafricana.

Las críticas contra la lenta e inefectiva respuesta del Gobierno nigeriano ante el secuestro de las alumnas de Chibok se han reproducido en la cumbre y también son ampliamente difundidas por los medios locales. La máxima autoridad del Foreign Office apuntó a la debilidad de Níger y, sobre todo, a la falta de cooperación con Camerún como una de las claves del fracaso militar. A las habituales malas relaciones con el país vecino, se suma la propia debilidad de la administración de Yaundé para combatir a los radicales que, tras utilizar su territorio como refugio y canal para el transporte de armas, han comenzado a realizar incursiones bélicas.

La falta de equipamiento y formación de las tropas de Jonathan ha sido aducida como una de las razones de su franca impotencia. El Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense aludió el jueves a las continuas violaciones de los derechos humanos cometidas por el Ejército desplegado en el norte del país y que le han granjeado el rechazo de la población afectada. La credibilidad de las tropas nigerianas también se ha visto perjudicada por las declaraciones de Alice Friend, directora de Asuntos Africanos del Pentágono, quien apuntó a la corrupción que asola la Administración como una de las causas de su deficiente situación de sus recursos. El motín declarado hace cuatro días en Maiduguri también ha revelado el descontento interno y aporta nuevas inquietudes sobre su fortaleza real.