Sociedad

Manuel Alcántara, púgil magistral de la palabra urgente

'La edad de oro del boxeo' rescata las crónicas boxísticas que el genial articulista y poeta malagueño escribió hace casi medio siglo

MADRID. Actualizado: Guardar
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La maestría de Manuel Alcántara (Málaga, 1928), mago de la palabra urgente, se forjó a golpes. Cuando el boxeo aún era épico, cuando era un deporte no acosado por la incorrección política y antes de que media España se empeña en partir el espinazo a la otra media, un crío veía absorto combatir a los púgiles asomado al balcón de su casa malagueña. Tras el estirón adolescente, el joven saltó al ring en el descampado de Lagunillas y aguantó el tipo. Lo suficiente para que le esculpieran la nariz a guantazos. Ya talludo y cronista, miró Manuel Alcántara al cuadrilátero desde fuera. Desplegó su talento emergente relatando combates en las memorables crónicas ahora reunidas en un libro. A sus 86 años, este poeta y magistral púgil de la palabra, implacable en la corta distancia del artículo, sigue contando por victorias sus combates diarios con su vieja Olivetti.

Los periodistas Teodoro León Gross y Agustín Rivera han rescatado en 'La edad de oro del boxeo. 15 combates de leyenda' (Libros del K.O.) las crónicas de boxeo escritas por Alcántara para el diario Marca entre 1967 y 1978. Son relatos vertiginosos, muchas veces dictados por teléfono al filo de la lona, pero en los que el maestro jamás escribió una palabra a la ligera: «Yo creo, como san Pablo -que no es uno de mis escritores favoritos- que toda palabra ociosa nos será tenida en cuenta», dice una de sus máximas. Su escritura mantiene hoy la misma frescura y agilidad de entonces. En su diario pugilato, se enguanta con los vocablos precisos para noquear la estulticia, la avaricia, la pedantería y la perenne estupidez humana.

«La escritura de Manuel Alcántara atesora esa virtud de los elegidos que tenían Somerset Maugham, Pío Baroja o Truman Capote, y es que por muy cansado que estés, leerlo te reconforta, te entretiene y te quita la fatiga», asegura José Luis Garci, otro amante del boxeo, en el epílogo del libro, a la venta este lunes y que también se puede comprar en la web de la editorial.