El paro juvenil, la gran lacra de la provincia
Bienvenida sea cualquier iniciativa para paliar el desempleo juvenil, pero debe hacerse con medidas que no sean parches y traten de ir a la raíz del problema
Actualizado: GuardarCualquier política destinada en la provincia de Cádiz a la creación de empleo debe ser bienvenida. Y más si es para tratar de paliar la alarmante tasa de paro entre los más jóvenes, que alcanza ya el 60%. El abandono escolar -propiciado entre otras razones hace unos años por el boom inmobiliario que hizo a muchos cambiar las aulas por los andamios- es una auténtica lacra. Miles de jóvenes sin preparación que no encuentran salida. Y el panorama para los que la tienen no es mucho más halagüeño. Miles de ellos también han tenido que emigrar a otras provincias y otros países para buscar lo que no encuentran en su tierra.
En este sentido hay que aplaudir la iniciativa puesta en marcha por la Junta de Andalucía. Ahora bien, no se puede hacer política a base de parches. Este nuevo plan de empleo juvenil anunciado por el Gobierno autonómico tan sólo ofrecerá empleo temporal y precario.
Tal y como afirmaba recientemente de forma muy acertada el cabeza de lista del Partido Popular en las próximas elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, «la mejor política social es una buena política económica». La clave para acabar con el desempleo juvenil, o reducirlo al máximo, está en ofrecer esa formación que les falta a los que abandonaron sus estudios y una oportunidad a aquellos que los acabaron.
La política de cara a la galería -que alcanzó su grado más álgido con aquella iniciativa de regalar bocadillos a los niños más pobres- no son más que brindis al sol. Literalmente, pan para hoy y hambre para mañana.
Insistiendo en la idea del inicio, bien está cualquier medida que venga a tratar de paliar la sangría laboral que padece la provincia de Cádiz. Pero el objetivo final debe ser invertir cada euro público en políticas de empleo duraderas y eficaces, no en apuestas con fines únicamente populistas.