Moscú censura la violencia del Ejército
Con críticas a EE UU y la UE, el Kremlin justifica el referéndum frente a la presión de los militares y la «ilegalidad» del nuevo Ejecutivo
MOSCÚ. Actualizado: GuardarEl presidente Vladímir Putin dará su opinión sobre las consultas organizadas el domingo por la milicia separatista prorrusa en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk en cuanto se hagan públicos los «resultados oficiales». Así lo aseguraba ayer en declaraciones al diario ruso 'Kommersant' el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien recordó que la recomendación de Putin a los prorrusos fue aplazar las votaciones para propiciar un «diálogo» entre ellos y Kiev.
Peskov, no obstante, justificó la negativa de los rebeldes en el este de Ucrania a posponer los referéndums deplorando el hecho de que continúe la operación militar del Ejército ucraniano. «Partiendo de la situación actual, estaban obligados a seguir adelante» con sus planes secesionistas, afirmó el portavoz presidencial, quien rechazó las críticas de Estados Unidos y la Unión Europea contra la «inacción» de Rusia por no utilizar su influencia.
A juicio de Peskov, «son ellos los que no emplean su influencia con Kiev para que detenga la violencia» contra los separatistas. Según sus palabras, «para ellos lo importante no es que se apliquen los acuerdos, si hay diálogo o se cumple o no el alto el fuego (.) lo que les interesa es celebrar elecciones -presidenciales el 25 de mayo- y dar carpetazo a las dudas sobre la legalidad del golpe de Estado que organizaron» con la revuelta del Maidán.
Por su parte, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, condenó el empleo de las tropas ucranianas el domingo durante las votaciones en Donetsk y Lugansk. «Subrayamos la alta participación electoral, pese a los intentos de abortar la votación mediante el uso de guerrilleros-ultrarradicales, el Ejército y armamento contra ciudadanos pacíficos», señaló Lavrov. «Esto ha dejado víctimas mortales», añadió.
El jefe de la diplomacia rusa advirtió además que su país no volverá a participar en conversaciones con Estados Unidos y la Unión Europea sobre Ucrania «sin la inclusión de opositores al régimen» de Kiev, en clara alusión a las milicias armadas de Donetsk y Lugansk. El Gobierno ucraniano ya ha anunciado varias veces que no negociará con «terroristas». «Sin ellos nada saldrá bien», insistió Lavrov, quien explicó que la hoja de ruta propuesta por la OSCE contempla «diálogo» entre Kiev y representantes del este de Ucrania, un alto el fuego y la investigación de los «crímenes» cometidos.
La primera reacción a los referéndums fue una nota emitida por el Kremlin, expresando «respeto» por la «voluntad popular de la población de las regiones de Donetsk y Lugansk».