Mauro Barreiro, en el antiguo local de su gastrobar, en una imagen de archivo. :: VÍCTOR LÓPEZ
La Curiosidad de Mauro

Vuelve la otra estrella gaditana

El establecimiento sigue la misma línea gastronómica, basada en una cocina desenfadada de tapas y platos para compartir Mauro Barreiro abre su remodelado restaurante en Puerto Real, La Curiosidad de Mauro

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El pasado martes La Curiosidad de Mauro, el nuevo restaurante del cocinero Mauro Barreiro, abría sus puertas en la barriada de Marina de la Bahía de Puerto Real. Detrás han quedado tres meses de obras con las que el local ha experimentado un cambio radical con el objeto de poder «ofrecer a nuestros clientes una mejor experiencia».

El establecimiento deja de estar dividido en dos partes y hay un solo espacio de 140 metros cuadrados en el que se disponen las mesas, todas bajas, incluida una gran mesa, de más de cinco metros de largo, que se utilizará para reuniones o para gente que la quiera compartir. Además, cuenta con la terraza con otros 75 metros cuadrados. De la ejecución del nuevo proyecto se ha ocupado la empresas chiclanera Alea Consulting. Busca, sobre todo, luminosidad y el ambiente «informal y con su punto divertido» del cocinero, uno de los pocos de la provincia de Cádiz que ha logrado la perseguida estrella Michelin. Desde la sala se podrá ver la cocina, cuyo tamaño se ha duplicado con respecto a la anterior para poder atender mejor el establecimiento.

El proyecto de remodelación, en donde pueden verse paredes de ladrillo visto coloreado en blanco, zonas de piedra y zonas que simulan césped, todo ello combinado con madera, es definido por Barreiro, con su habitual sentido del humor como «minimalista natural».

El origen del nuevo nombre

Barreiro destaca que «necesitábamos un nuevo espacio. Hasta ahora habíamos crecido, dada la demanda que teníamos, en función de lo que íbamos necesitando, pero llevamos ya casi dos años y medio abiertos y era necesario hacer ya un planteamiento más serio. De ahí surge lo de la Curiosidad de Mauro Barreiro. Creo que esta palabra, la curiosidad, es la que define mi cocina. Me gusta experimentar, encontrarle a las cosas exquisiteces nuevas, curiosear, poner todo patas arriba y volverlo a construir a mi forma. Me gusta perderme por las raíces de la cocina gaditana, curiosear en ella para construir una cocina diferente».

La Curiosidad de Mauro no sólo estrenará nombre, también estrena nueva carta, «aunque manteniendo el mismo estilo nuestro de precios muy cuidados, tapas y platitos para compartir. Queremos romper con la idea de que la cocina innovadora es sinónimo de cara».

Una treintena de platos integran la nueva propuesta de Barreiro a lo que habrá que unir «las ocurrencias cuando vaya al mercado y vea algo que me guste». Hay muchos estrenos y también se mantienen clásicos que han triunfado en estos dos años y medio que lleva abierto el establecimiento en Puerto Real, después de que Barreiro decidiera dejar el restaurante Skina, en Málaga, donde obtuvo su estrella Michelin y venirse a su tierra natal para poner en marcha un bar de tapas.

La nueva carta se abre con una ensaladilla. En realidad se llama 'enlatadilla' y llega al cliente en una caja, como si fuera una conserva. Dentro, en una lata, va la ensaladilla de la casa. Se mantiene en carta el gazpacho de jalapeños y hay un salmorejo capuccino porque el huevo que suele llevar como decoración este plato va aquí en forma de espuma, como si fuera la que lleva este tipo de café cremoso.

Una de las características de la nueva carta es que hay varios toques de cocina peruana, ahora de moda, aunque «gaditanizada». Así, se juega con un clásico de la cocina gaditana, la caballa con piriñaca, que se presenta como los «tiraditos» peruanos con la caballa cruda y macerada en cítricos y luego adornada con la versión particular de Barreiro del picadillo de tomate, cebolla y pimiento. También tienen una causa, aunque en vez de peruana, gaditana. La causa es una versión hispanoamericana de un puré de patatas aromatizado y luego relleno. En este caso Mauro realiza la causa con un puré de papas aliñás que se rellena con ijada de atún, una semiconserva. El tercer elemento peruano es un tiradito de salmón que se combina con manzana ácida. La cocina internacional también está en una hamburguesa que se hace con la famosa ternera 'Waygu' y que se presenta en un pan de brioche que elaboran en el mismo restaurante.

Pero junto a estos elementos gaditanizados de cocina peruana hay grandes clásicos andaluces. Se servirán croquetas de pringá del puchero, un revuelto de huevos con chicharrones y foie o unos calamares fritos, aunque en este caso la guarnición sea de los más original compuesta por coliflores especiadas. No le faltará al plato el toque de limón, un guiño a la costumbre de ponerle un poco de este cítrico a la fritura.

No faltan los toques de humor de Mauro Barreiro, la marca de la casa. Hay un homenaje a Hannibal Lecter, el protagonista de la película 'El Silencio de Los Corderos'. No cabe duda, señala Mauro en tono de broma, «que era muy bueno trinchando la carne y por eso le dedicamos a él el plato el silencio de los bonitos». Sigue su solomillo Wellintong al revés y en los postres hay un enigmático Blancanieves no muerdas esa manzana, que no te voy a decir lo que es», señala el cocinero de 31 años.

Hay atún, en este caso la facera, el equivalente a la carrillada en el cerdo, que se guisa sobre un puré de patatas, retinto y el queso payoyo de Villaluenga se usa en varios platos, el más sorprendente, quizás, en una torrija realizada con lomos de sardinas.

En la carta de vinos, también renovada, hay amplia presencia de jereces y de vinos de la tierra de Cádiz. El plato más barato de la carta es la tapa de ensaladilla a 2,5 euros y el más caro la pierna de cordero asada que alcanza los 19. Habrá también varios menús degustación.

La dirección y el teléfono del establecimiento siguen siendo los mismos: Esquina de Amargura con Real y 956992288 en Puerto Real.