Alemania quiere que Snowden declare

La comisión investigadora del Bundestag, el parlamento alemán, encargada de sacar a la luz las actividades de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EE UU decidió por unanimidad citar como testigo al exinformático Edward Snowden, refugiado desde el pasado verano en Moscú. Sin embargo, es poco probable que el hombre que sacó a la luz la guerra sucia cibernética de los servicios secretos norteamericanos y la intervención sistemática de las comunicaciones telefónicas y de internet en Alemania llegue a viajar a Berlín.

Aunque la oposición verde y del partido de La Izquierda exigen su presencia en la capital alemana y que el Gobierno federal se comprometa a ofrecerle garantías de inmunidad para no correr el riesgo de ser extraditado a EE UU, la Unión de Merkel rechaza esa opción y considera que una videoconferencia con Moscú será suficiente para tomar declaración. Los socialdemócratas, socios menores de Merkel, no se decantan ni por una ni por otra opción y prefieren esperar a un primer contacto con los abogados de Snowden para ver que posibilidades reales hay de que el antiguo colaborador de la NSA testifique.

Todos los partidos se pusieron además de acuerdo en que la declaración de Snowden tenga lugar antes de la pausa estival y en transmitir su decisión de manera oficial a Wolfgang Kaleck, el abogado que defiende los intereses de Snowden en Alemania. El escándalo sobre el espionaje masivo de la NSA, que llegó a afectar a uno de los teléfonos móviles de la propia Merkel, ha conducido a un enfriamiento de las relaciones entre Berlín y Washington, aunque se esfuerzan por recomponerlas. El propio presidente estadounidense, Barack Obama, criticó en su momento que sus servicios secretos «pincharan» las comunicaciones de una de sus principales aliadas, después de que Merkel le llamara telefónicamente para quejarse de esos abusos.