'Wrong Cops', cuando la sordidez tiene gracia

Resulta harto complicado estructurar narrativamente una película tan retorcida como 'Wrong Cops'. Cuarto largometraje del cineasta francés Quentin Dupieux -Mr. Oizo cuando se pone a cacharrear con teclados y sintetizadores en su labor de productor y dj-, la alocada cinta coloca delante de la cámara a varios agentes de Policía de una comisaría de Los Ángeles, a cada cual más mezquino. A saber, el alcohólico y amante de la música techno que trafica con marihuana escondida en el interior de ratas muertas, el obseso sexual que trata de extorsionar a mujeres, la jovencita que chantajea a sus compañeros, el padre de familia con un oscuro secreto y el tuerto que persigue el sueño de dedicarse a la música.

Con este plantel de antagonistas, el discurso del filme y las situaciones a las que se enfrentan los personajes son de todo menos corrientes. Surrealismo, esperpento, mala baba y comedia negra centran una película conformada a retazos que opta por las casualidades para hacer avanzar la trama. La música, facturada por el propio Quentin Dupiex, transformado una vez más en Mr. Oizo, guía todo ese recorrido visceral hasta su desenlace, mientras el espectador asiste, a veces a carcajada limpia, a veces incómodo, a todo ese batiburrillo atónito.

«Yo diría que la parte de mi cerebro que ha dirigido el filme es la misma que utilizo para hacer música. No tengo la impresión de hacer un filme sino más bien un collage, como la música que finalmente hago», explica el cineasta afincado en California, que solo ha necesitado quince días para rodar una producción independiente y con un presupuesto muy ajustado. La película cuenta con algunos cameos, entre los que destacan el de Ray Wise o el de Marilyn Manson.