El presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, ayer, en la Cámara extremeña. :: EFE
ESPAÑA

El PSOE presenta una moción de censura a Monago abocada al fracaso

Los socialistas necesitan los votos de IU, que tachan el gesto de «electoralista», y sus exsocios regionalistas extremeños

MADRID. Actualizado: Guardar
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El PSOE presentó ayer una moción de censura contra el presidente de la Junta de Extremadura que todo apunta a que fracasará. Los socialistas necesitan la mayoría absoluto, un listón fuera de su alcance y que solo conseguiría superarlo si logra el apoyo de los tres diputados de IU y los dos de la formación regionalista Prex-Crex. La dirección federal de la coalición de izquierda se comprometió a estudiar el respaldo, pero su líder en esa comunidad casi lo descartó porque el gesto es electoralismo.

Después de mucho tiempo, un partido de la oposición se decidió a intentar derribar al gobierno de turno mediante una moción de censura, una herramienta muchas veces esgrimida como amenaza pero casi nunca utilizada. El secretario general del PSOE extremeño, Guillermo Fernández Vara, tenía pensado desde hace tiempo presentar la moción de censura a José Antonio Monago en el último año de la legislatura porque consideraba que IU, ante la cercanía de los comicios autonómicos, tendría que «retratarse» y dejar de aparecer como sostén del PP.

El líder socialista hizo ayer realidad sus planes y en la segunda jornada del debate sobre el estado de la región anunció su presentación para sorpresa de los diputados del PP, IU y los regionalistas. A continuación, el grupo socialista registró su iniciativa para exigir «responsabilidades políticas» al presidente de la Junta de Extremadura. Ahora será la mesa de la Cámara la que fije la fecha para el debate y votación.

El problema del PSOE es que va a tener muy difícil que prospere la reprobación porque necesita 33 votos y solo cuenta con 28 diputados. La dirección federal del partido, sin embargo, respalda el paso y considera además que una derrota no tendrá coste político para ellos, otra cosa será para IU. Vara solo avisó el martes de sus intenciones a la comisión ejecutiva federal, aunque había hablado del asunto con Alfredo Pérez Rubalcaba con anterioridad y, según dice, no recibió objeciones.

El PSOE extremeño pretende dejar en evidencia a un año de las elecciones autonómicas que la única oposición a Monago es la suya, y que IU es una comparsa del PP en esta comunidad. Es una apelación al voto útil de la izquierda, como han hecho tantas veces los socialistas en Extremadura, y que dejó en más de una legislatura sin siquiera representación parlamentaria a la coalición de izquierda ya que en los tiempos de Juan Carlos Rodríguez Ibarra el PSOE impuso el requisito de la obtención del 5% de los votos para acceder a la Cámara autonómica.

Estudiar y valorar

Los socialistas tienen difícil por tanto que los tres diputados de la coalición cambien de postura y retiren el apoyo a Monago. Su abstención hace tres años permitió al líder extremeño del PP convertirse en presidente autonómico tras más de dos décadas de gobiernos del PSOE. El portavoz de IU en Extremadura, Pedro Escobar, consideró que el movimiento de Vara era «electoralista». Pero en Madrid, el secretario general del PCE y portavoz de IU en el Congreso, José Luis Centella, señaló que había que ser «prudentes» antes de tomar una decisión. «Hay que estudiarla, hay que valorarla y hay que decidir», comentó.

La dirección federal de IU nunca apoyó la actitud de la federación extremeña, pero no logró convencer a sus diputados en Extremadura. Una situación que parece a que se volverá a repetir en esta oportunidad y que aunque la dirección decidiera apoyar la moción, su criterio no sería seguido por los tres diputados de la Asamblea extremeña, que se aferran al argumento de que la militancia de base apoyo en masa, el 70% votó a favor, de que no gobernara el PSOE tras las elecciones autonómicas de mayo del 2011.

Pero aún en el hipotético caso de que Vara lograra ese respaldo, es casi más difícil aún conseguir el de los dos parlamentarios regionalistas, socios del PSOE hasta hace un año. Al inicio de la legislatura, el grupo socialista contaba con 30 escaños, los 28 propios y los dos de Prex-Cex. El portavoz de los regionalistas, Damián Beneyto, adelantó ayer que no era «el momento adecuado» para una censura, y recordó que su formación planteó presentarla en septiembre pasado y no encontró apoyos. Beneyto, no obstante, dejó la decisión en manos de la dirección del partido que él mismo preside.