La luz poética de María Victoria Atencia
La malagueña es la primera española que gana el premio Reina Sofía de Poesía
MADRID. Actualizado: GuardarMaría Victoria Atencia incluyó ayer su nombre en el palmarés del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el más alto galardón institucional de la poesía hispana y en cuya nómina escasean los nombres femeninos. Atencia es la primera española que lo obtiene, tras la portuguesa Sophia de Mello, la peruana Blanca Varela y la cubana Fina García Marruz. «Su poesía cristaliza y llena de luz lo presente», aseguró Soledad Puértolas al glosar la obra de Atencia, que según la académica de la RAE, «ha sabido dialogar con la tradición y convertir lo cotidiano en trascendente».
Esa capacidad de iluminar el presente, «de hacer algo compartido de cada gesto y cada pequeño pensamiento», es uno de los méritos de la luminosa poética de Atencia, según Puértolas. «Nos ilumina siempre el interior con una especie de nostalgia de lo que pudimos ser y hacia ese amor que a veces nos sostiene y a veces no tanto, pero que se reivindica tal cual», resumió Puértolas.
La poeta malagueña, vinculada a la generación del 50, ganaba con 83 años la XXIII edición del galardón dotado con 42.100 euros que conceden Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca y que entregará la reina Sofía. Reconoce «el conjunto de la obra poética de un autor vivo que constituya una aportación relevante al patrimonio cultural de la comunidad iberoamericana».
Autora de poemarios como 'Ex libris', 'Marta & María' o 'El umbral', distinguido por la Real Academia Española en 2012, premio de la Crítica en 1998, Atencia recibió «con enorme alegría» la noticia del premio en su casa de Málaga, donde amaneció «un poco caídilla». Acaba de publicar 'Las iluminaciones', antología con poemas inéditos' en el sello Salto de Página, con selección y prólogo de Clara Janés.
Nacida el 28 de noviembre de 1931, Atencia mostró pronto su inclinación hacia la música la pintura y la poesía. Realizó sus estudios primarios en colegios religiosos de la capital andaluza y en el conservatorio. Publicó en 1953 su primer poemario, 'Tierra mojada', y se casó en 1957 con Rafael León, su mentor, editor y padre de sus cuatro hijos.
Tras la publicación en 1961 de 'Arte y parte' se sumió en un largo silencio, roto en 1971 con 'El ramo'. Obtuvo esa año el título de piloto de aviación y reanudó su andadura poética colaborando con la revista 'Caracola'. Tras exponer en 1983 sus grabados en Málaga, la publicación de 'Ex libris' en 1984 le otorgó el merecido reconocimiento a su poesía.
Atencia se quedó en 2012 a las puertas de la RAE compitiendo por el sillón n, que ocupara Valentín García Yebra y que finalmente fue para Carme Riera. Fue propuesta por Inés Fernández Ordóñez, Luis María Anson y Soledad Puértolas, ayer miembro del jurado que la premió.
Jaime Siles, poeta y también jurado, cree que Atencia «aporta una voz muy singularizada, más religiosa que mística y que nos hace ver matices absolutamente insospechados». «Nos renueva la visión de la realidad y, al tiempo, dota al lenguaje de una precisión extraordinaria», dijo.
Ganadora del Premio Andalucía de la Crítica 1998, obtendría ese mismo año el Nacional de la Crítica por 'Las contemplaciones' y el Premio Luis de Góngora de las Letras Andaluzas. En 2010 obtuvo el VII Premio Federico García Lorca, con sus 50.000 euros de 'bolsa' el de mayor dotación de los premios de poesía hispana. Su poemario 'El umbral' le daría en 2012 el premio de la RAE.
Pertenece Atencia a la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, de Málaga, y a las Reales Academias de Cádiz, Córdoba, Sevilla y San Fernando. Hija Predilecta de Andalucía, es doctora Honoris Causa por la Universidad de Málaga, ciudad en la que una avenida lleva su nombre. Autora del año 2014 en Andalucía, es consejera del Centro Andaluz de las Letras, de la Fundación y el Centro de la Generación del 27, de la Fundación María Zambrano y miembro honorario la Hispanic Society of America.
En el palmarés del Reina Sofía figuran grandes de nuestras letras, como el chileno Gonzalo Rojas (1992); los españoles José Hierro (1995), Ángel González (1996), Pere Gimferrer (2000) y Francisco Brines (2010); el uruguayo Mario Benedetti (1999); el argentino Juan Gelman (2005), o el nicaragüense Ernesto Cardenal. Antes que Atencia solo lo obtuvieron otras tres mujeres: la portuguesa Sophia de Mello Breyner en 2003; la peruana Blanca Varela en 2007 y la cubana Fina García Marruz en 2011.