
El PP aún sacaría casi seis puntos al PSOE en unas elecciones generales
Los dos partidos mayoritarios están en mínimos históricos en intención de voto aunque IU y UPyD parecen haber tocado techo
MADRID. Actualizado: GuardarDesgastado y con una fidelidad de voto muy inferior a la que siempre le atribuyeron las encuestas en legislaturas precedentes, el PP volvería sin embargo a ganar hoy unas elecciones generales. Eso es lo que dice el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que atribuye al partido de Mariano Rajoy una ventaja de casi seis puntos sobre el PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba, incapaz de remontar el vuelo. La encuesta, realizada en abril, atribuye a los dos partidos mayoritarios el menor porcentaje de voto estimado de toda su serie histórica. Los populares se han dejado por el camino más de doce puntos y medio, tras dos años y pico en el Gobierno. Si ganaron en 2011 con un 44,6% de los votos, ahora estarían rozando el 32%. Pero el PSOE, que cosechó su mayor derrota con un 28,7% de los votos, estaría ahora en el 26,2%.
Los grandes beneficiarios de este deterioro siguen siendo Izquierda Unida y UPyD. A pesar de que este último sondeo parece indicar que su crecimiento ya ha tocado techo -se aprecia incluso un ligero y poco significativo retroceso en sus porcentajes de voto estimado respecto a hace tres meses- ambas formaciones políticas pueden presumir de haber multiplicado sus apoyos.
El partido de Rosa Díaz, la política mejor valorada con una nota media pobretona, del 3,8, doblaría el resultado de las generales, un 4,7%, y se alzaría, según el instituto sociológico, con casi el 9% de los votos. IU pasaría de casi un 7% a rozar el 11%. Su líder, Cayo Lara, es el segundo con calificación menos mala y obtiene un 3,39.
Lo paradójico es que, aunque el cuadro que presenta este último sondeo del CIS muestra una sociedad recelosa del sistema de partidos y de aquellos que representan el poder, hay indicios de una cierta mejoría en la percepción que los ciudadanos tienen tanto del Gobierno como de la oposición, sin que esto permita hablar aún de un punto de inflexión. La confianza en el Ejecutivo ha remontado más de siete puntos respecto a enero y la de la oposición cinco. Ahora bien, el resquemor que parece sentir la ciudadanía sigue siendo alarmante. Rajoy no es merecedor de confianza, en mayor o menor grado, para el 86,5% de los españoles. Rubalcaba, para el 90,5%.
Ni siquiera entre los votantes de sus propios partidos la imagen que transmiten es más halagüeña. Aunque de nuevo, y a pesar de que esto no tenga impacto en la declaración de voto, es posible detectar cierto repunte. Casi seis de cada diez encuestados, el 58,6%, que dicen haber votado al PP en 2011 sostienen que el presidente del Gobierno les inspira poca o ninguna confianza pero en enero la cifra era del 66,4%. Entre los que se declaran electores socialistas sucede algo similar. El 76% siente poca o ninguna confianza hacia el secretario general del PSOE, pero la cifra era 3,5 puntos mayor hace tres meses.
El sondeo también refleja un ligero optimismo de los encuestados en cuanto a la evolución de la situación económica. El mensaje del Gobierno de que la recesión ha acabado y que España ha emprendido ya la senda de la recuperación parece estar calando. Casi el 24% de los encuestados se muestra convencido de que dentro de un año las cosas estarán mejor, lo que supone la cifra más alta de toda la serie histórica desde enero de 2010.
Mazazo socialista
A las puertas de las elecciones europeas, la publicación de esta encuesta supone un mazazo para el primer partido de la oposición. A pesar de que no cabe hacer una traspolación de lo que puede ocurrir en estos comicios, en los que la disposición del electorado es muy distinta a la de unas legislativas, sí resulta desmoralizador por lo que el barómetro pueda tener de toma de temperatura. La portavoz de esta formación en el Congreso, Soraya Rodríguez, salió al paso de los datos con una crítica hacia el CIS, dependiente del Ministerio de Presidencia, pero autónomo. «Se ha pasado de fuego, sal y pimienta con la cocina», alegó.
El caso es que si en otras ocasiones el PSOE podía aferrarse a que estaba por delante del PP en voto directo, es decir, en la intención declarada por los encuestados de manera espontánea y antes de introducir elementos correctores para paliar, por ejemplo, los efectos de una sobrerrepresentación de votantes de un partido respecto a las generales. En esta ocasión, ni siquiera eso. Aunque sí aventajan al PP cuando lo que se proclama es la simpatía o afinidad ideológica.
El PSOE, en todo caso, tiene un motivo para la esperanza. Sigue siendo el partido nacional que menos rechazo despierta entre los votantes de otras fuerzas. Lo que indica que, a priori, tendría más posibilidades de arañarles votos en otro contexto.