Uno de los policías imputados entra ayer a la Audiencia Nacional con un casco de moto. :: ATLAS
ESPAÑA

El comisario de Barajas pidió «precauciones» a la trama china

Anticorrupción considera que Carlos Salamanca, que declara hoy como imputado, favoreció que inmigrantes expulsados se quedasen en España

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El informe de la Fiscalía Anticorrupción que supuso la imputación del comisario del aeropuerto de Barajas, Carlos Salamanca, que declarará hoy como imputado en la Audiencia Nacional, destaca que este policía habría hecho varias gestiones para el presunto miembro de la trama, el empresario Yongping Wu Liu, alias 'Miguel el Calvo', a fin de solventar los problemas de entrada en España de ciudadanos chinos o permitiendo el ingreso de personas que «deberían ser repatriadas».

Este escrito de acusación detalla que el 5 de abril de 2012 Yongping recurrió al comisario para que le informara por qué había sido detenida una ciudadana china en Barajas. Nueve días después Salamanca impidió presuntamente la repatriación de otra mujer de esa nacionalidad y el 12 de julio intentó mediar sin éxito para evitar otra devolución.

Todos estas gestiones fueron intervenidas por teléfono y en una de las conversaciones el propio comisario advierte a su amigo Yongping de que «hay que tener precauciones». No obstante, Salamanca también le asesoró para emprender un negocio de importación de chatarra y otro de juguetes. A cambio recibió un jamón y una caja de vinos, según la Fiscalía, que basa su informe en otro de Asuntos Internos de la Policía.

Este escrito interno, que sirvió para que el juez de la Audiencia Ismael Moreno imputase a otros ocho policías, además de Salamanca, sostiene que el exinspector Federico Sánchez de Frutos fue nombrado «consejero» personal del supuesto cabecilla de la trama, el empresario Gao Ping, que le encargó un estudio para que implantara en sus empresas «el modelo de seguros de los sindicatos policiales españoles».

El texto de los fiscales Juan José Rosa y José Grinda relata que Sánchez de Frutos, que trabaja en la actualidad como jefe de Seguridad de una sucursal de El Corte Inglés en Madrid, habría sido el «funcionario más íntimamente ligado» a Gao Ping, que le habría encargado la organización de una cena con comerciantes chinos y altos mandos de la Policía en julio de 2010.

A partir de su relación con Gao Ping el inspector empezó a frecuentar a otros miembros de la trama, como Yongping Xia, presidente de la Asociación de Bazares Chinos, que le invitó el 23 de octubre del mismo año a una cena en el restaurante de Shangrilá a la que «asistía parte del Gobierno chino» o el gestor de los fondos del supuesto cabecilla Pedro Guzmán Hernández.

También trató con la mujer Ping, Lizhen Yang, que le pidió que realizara gestiones de documentación, como una autorización para que unos menores viajaran al exterior sin sus padres o la renovación de una tarjeta de residencia.

Sánchez de Futos, Salamanca y el también comisario Ángel Luis Olmedo, jefe de la Brigada de Extranjería de Madrid, declararán hoy como imputados por los delitos de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias y revelación de secretos.

Lo negaron todo

Ayer comenzaron las declaraciones con la presencia de tres policías, que negaron el trato de favor a la trama y aseguraron que nunca recibieron regalos. Solo el subinspector de Extranjería de Fuenlabrada (Madrid), Roberto Ruiz, admitió que gestionó una tarjeta de residencia y que concedió una cita en tres días a un ciudadano chino porque no había lista de espera. Los otros dos agentes que rechazaron sobornos fueron el policía Blas Donoso Adán, ahora en segunda actividad, y el comisario de Seguridad Ciudadana Manuel Patricio Rodríguez San Román.

Al concluir los breves interrogatorios, sus abogados cargaron con dureza contra los fiscales por la persecución contra sus clientes con «pruebas débiles» y «manipuladas». Por su parte, el defensor de Gao Ping, Jaime Sanz de Bremond, afirmó que este caso es «un ejemplo de cómo se hincha artificialmente un globo».