PP y PSOE tocan a rebato para combatir la abstención el 25 de mayo
Cañete y Valenciano piden a sus seguidores que acudan a votar en las elecciones europeas porque quedarse en casa no soluciona nada
MADRID. Actualizado: GuardarEl PP y el PSOE hicieron ayer un llamamiento a la movilización de sus votantes en las elecciones europeas del 25 de mayo. La abstención es el gran enemigo de los dos grandes partidos en estos comicios y sus candidatos Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano reclamaron de forma expresa a sus seguidores que trabajen para captar indecisos y que no se queden en casa.
El número uno de los populares fue muy claro al asumir que su partido tiene «dos problemas» en estas elecciones, la abstención y el voto de castigo. La abstención, dijo, porque «históricamente es alta» en las convocatorias europeas, y el castigo, porque hay «muchos votantes» del PP desengañados al no haber visto «colmadas sus aspiraciones» con el Gobierno de Mariano Rajoy. Cañete, que participó ayer en un acto de precampaña en Bilbao, indicó que ante este escenario adverso los simpatizantes de su partido tienen que movilizarse, algo «que pone muy nervioso al PSOE», y hacer «mucha pedagogía» para convencer a los indecisos de que tienen que ir a votar dentro de tres semanas.
A kilómetros de allí, en la localidad alicantina de Alfaz del Pi, la socialista Valenciano también animó a sus seguidores a ir a las urnas porque «la indignación», con ser justa, no cambia las cosas. «La gente está indignada porque está sufriendo, porque la política no resuelve sus problemas», admitió la número uno de la lista del PSOE, que pidió no dejarse llevar por el desánimo. «Lo que quiere la derecha -subrayó- es que la gente de izquierdas se aleje de la política», y por eso mismo «hay que ir a votar para ganarles en las urnas».
Las apelaciones al voto de los números uno de PP y PSOE no son gratuitas porque una baja participación juega en contra de sus intereses. Los comicios para el Parlamento de Estrasburgo, como dijo Cañete, suelen registrar una alta abstención. En las últimas convocatorias en 2004 y 2009 la participación fue de apenas el 45%, las más bajas de cuantas votaciones se celebran en España. Con el agravante de que en esos últimos años el descrédito de los partidos y los políticos no estaba en los niveles actuales. La crisis económica además no había golpeado a los ciudadanos con la virulencia de los últimos cinco años. Estos dos elementos, admiten tanto el PP como en el PSOE, pueden desincentivar aún más la visita a las urnas y dejar la participación en índices aún más paupérrimos.
Grave error
No es de extrañar, por tanto, que el llamamiento a la movilización del electorado sea una constante en los mítines de populares y socialistas. La abstención, proclamó en otro acto en Santiago de Compostela el exministro José Blanco, solo sirve para que «decidan otros por ti». Un mensaje muy similar lanzó el también socialista Ramón Jáuregui en Murcia, donde pidió no caer en «el grave error de pensar que esto (las elecciones) no va con ellos, que no les afecta y (prefieren) quedarse en casa porque lo que se decide en la Unión Europea afecta a sus vidas y porque si se quedan en casa, otros deciden por ellos». También Cañete incidió en esta vía y animó a ir votar porque el Parlamento Europeo no algo ajeno sino que «toma decisiones fundamentales para España y que afectan a la vida de todos los ciudadanos».
Además de los llamamientos a la participación, los números uno del PP y del PSOE cruzaron los habituales dardos verbales. El exministro de Agricultura acusó a los socialistas de lanzar «el mensaje del miedo», algo que no surtirá efecto, aventuró, porque el Gobierno de Rajoy va a acabar la legislatura «con menos impuestos y menos parados». Lo que ocurre, apostilló, es que el PSOE «no cree en España» y carece de programa electoral. Valenciano, a su vez, rechazó la acusación de que su partido es sumiso con las directrices de Bruselas porque «para sumiso, el PP y para cambio, los socialistas», no en vano, sostuvo, «la jefa política de Cañete es Angela Merkel».