Gerry Adams responde a una acusación de ultratumba
El líder de Sinn Féin cumpliría 2 años de cárcel si es condenado por el asesinato de una mujer a la que el IRA tachó de informadora
LONDRES. Actualizado: GuardarGerry Adams permanecía ayer detenido en una comisaria de Belfast, interrogado por el asesinato, en 1972, de Jean McConville, una mujer viuda y madre de diez hijos, a quien el IRA acusaba de informar a las fuerzas de seguridad británicas. La Policía tiene un plazo de 48 horas desde su arresto, a las 20.00 horas del miércoles, para ponerlo en libertad o presentar cargos.
La detención del presidente de Sinn Féin y diputado en el Parlamento de Dublín tiene su origen en el testimonio de un excompañero de armas, Brendan Hughes, que, en una serie de conversaciones grabadas por investigadores de un proyecto de historia oral del conflicto norirlandés, culpó a Adams de la decisión de matar a McConville y hacer desaparecer su cadáver.
Hughes fue un militante pionero en el estallido de la guerra terrorista en Irlanda del Norte, en 1969. Estaba en su ciudad en un descanso de su empleo como marino mercante cuando los disturbios en torno a las marchas por los derechos civiles que pedían igualdad entre católicos y protestantes degeneraron en violencia y ataques sectarios. Hughes participó en los primeros tiroteos. Su ascenso en la Compañía D del Segundo Batallón de la Brigada del IRA en Belfast le puso en contacto, en abril de 1970, con otro joven de 24 años con dotes de dirección, Gerry Adams. En 1972, Adams era el jefe de la brigada en Belfast, Hughes su principal director de operaciones e Ivor Bell, diez años mayor que ellos, el estratega político como subjefe de brigada.
Según Hughes, él entró por primera vez en la vivienda de McConville, una mujer protestante que había enviudado de un hombre católico, porque el IRA había recibido información de que ella colaboraba con los servicios de seguridad británicos. Encontró en la casa un aparato transmisor, la interrogó y confesó lo que hacía. Hughes le advirtió de que no volviese a hacerlo. Poco después, según el testimonio de Hughes, comprobaron que McConville había reanudado su actividad. La sacaron de su casa, la entregaron al Escuadrón Especial y la mataron. La única disputa entre los dirigentes del IRA fue sobre si el cuerpo debía ser abandonado en la calle o enterrado. Bell defendía la primera opición. Hughes cree que a Adams, partidario de hacer desaparecer el cadáver, le guiaba la mala publicidad que acarrearía asesinar a una mujer y además madre de diez hijos.
Adams, Bell y Hughes fueron encarcelados por la delación de un infiltrado en 1974. En la cárcel, el líder de Sinn Féin diseñó la reorganización del IRA. Adams lideró finalmente al IRA y a su rama civil hacia la política constitucional en el proceso de paz. Hughes se apartó paulatinamente de la organización, desilusionado por lo que percibía como corrupción del grupo. Acabó trabajando en la construcción, en empresas de ricos republicanos que le pagaban el salario mínimo. Llegó a la convicción de que el terrorismo no estaba justifido, pues el resultado era la mera creación de una nueva casta política con Adams de líder.
Después de la firma del Acuerdo de Viernes Santo, en 1998, un periodista e historiador, Ed Moloney, logró financiación del Boston College para crear un archivo de historia oral que se depositaría en esa Universidad. El archivo se basó en 46 entrevistas con exmiembros del IRA y de grupos lealistas. Un expreso de la organización terrorista y titulado en historia, Anthony McIntyre, realizó las 26 entrevistas; entre ellas, la de Hughes, que deseaba su publicación inmediata. Los responsables del proyecto le convencieron de que debía respetarse la norma de no publicase el contenido hasta después del fallecimiento de los entrevistados. Hughes murió en 2008.
Tras la publicación de las cintas de Hughes, en 2010, el Gobierno británico pidió la entrega de las grabaciones. El Boston College entregó fragmentos de once entrevistas, todos ellos relacionados con el asesinato de Jean McConville. En marzo de este año Ivor Bell fue detenido e imputado por colaboración con el crimen y pertenencia al IRA, tras identificarlo la Policía como el entrevistado 'Z'. Bell, que fue jefe de Estado Mayor del IRA, fue en 1985 expulsado por oponerse a la participación política impulsada por Adams. Según las cintas, el actual presidente de Sinn Féin culpaba a Bell del asesinato de McConville en conversaciones con otros dirigentes. Tras la detención de Bell, Adams se ofreció para hablar con la Policía y declarar su inocencia.
La detención de Adams es coherente con el tratamiento legal de los crímenes históricos en Irlanda del Norte. Los presos por terrorismo no fueron amnistiados después del acuerdo de paz de 1998 sino puestos en 'libertad bajo licencia' en 2000 y, si son condenados de nuevo, cumplen la nueva sentencia más el tiempo que quedaba de la anterior. Si la Policía e imputase Adams, la Fiscalía considerase que tiene pruebas suficientes para un procesamiento y un tribunal lo declarase culpable, cumpliría un tiempo máximo de prisión de dos años, los que van de 1998 a 2000, pues se trata de un crimen anterior al acuerdo de paz.