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Los sindicatos recuperan la calle y piden el fin de la «fracasada» austeridad
Miles de personas exigen cambiar la política económica en las más de 70 marchas por el Día del Trabajo, cuyo acto central se celebró en Bilbao
BILBAO / MADRID . Actualizado: GuardarLa Fiesta del Trabajo fue aprovechada ayer por los sindicatos para recuperar la calle que en parte han perdido en los últimos años por el cansancio de los militantes y el desencanto ante la crisis. Una vez más, la celebración del Primero de Mayo puso a prueba en toda España su capacidad de convocatoria en decenas de manifestaciones, en una jornada atípica, porque CC OO y UGT celebraron su acto nacional en Bilbao, con la presencia de los secretarios generales confederales de ambas centrales. Cuando la esperanza de la recuperación comienza a dejarse sentir en el golpeado panorama laboral, las demandas que sacaron a la calle las fuerzas sindicales reivindicaron los derechos laborales perdidos y la importancia de su papel en la sociedad, tras sufrir las consecuencias de una crisis que va por su séptimo año y que ha multiplicado el paro hasta niveles insufribles y reducido o congelado los salarios.
Con la exigencia de huelga general ausente por primera vez en muchos años en una convocatoria de este tipo, y con la negociación colectiva bloqueada, desaparecida o deteriorada, los sindicatos y los trabajadores salieron ayer a la calle para defender la importancia de vigilar las condiciones en que pueda producirse la salida de la crisis en el mercado laboral, porque tras los recortes de los últimos años ya nada parece que vaya a ser como antes. La precariedad, el alza del trabajo a tiempo parcial, el inaceptable nivel de desempleo de los jóvenes son indicios de los riesgos que ven en el futuro.
La nutrida manifestación transcurrió por las calles bilbaínas bajo el lema 'Sin empleo de calidad no hay recuperación. Más cohesión social para más democracia'. Los líderes sindicales denunciaron el optimismo del Gobierno en materia económica y lo tacharon de «una operación de propaganda». Así, el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, criticó a los que mantienen «la cantinela de la recuperación». «Hay 27 millones de personas desempleadas en Europa, de las que seis están en España, que no la perciben, que no han superado la crisis», aseguró. «¿De qué recuperación hablamos cuando se sigue despidiendo a la gente, cuando hay gente sin prestaciones sociales, sin pensiones?», se preguntó el máximo responsable de la central sindical. Toxo insistió en que sin empleo de calidad no hay recuperación y lanzó una advertencia al asegurar que después de las elecciones europeas se volverá «a las andadas», con menos Estado y con más austeridad y recortes.
En su opinión, es «urgente cambiar de política» porque la austeridad «ha fracasado». «Europa tiene que abandonar la senda iniciada en mayo de 2010 si, de verdad, quiere dejar atrás la crisis, consolidar un cambio de ciclo económico y que éste se compadezca con la necesidad más urgente: reducir deforma sustancial esa altísima cifra de parados», afirmó.
Unir fuerzas
Por su parte, Cándido Méndez aclaró que los sindicatos son «los primeros interesados» en la salida de la crisis, pero pidió distinguir entre «la recuperación de los tambores y fanfarrias de la recuperación». El líder de UGT explicó que en la reunión que mantuvieron el miércoles con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la Moncloa, le trasladaron que el modelo defendido por el Ejecutivo va a generar «una recuperación económica sin empleo». También mostró su preocupación porque el objetivo del cuadro macroeconómico presentado por el Gobierno se centre únicamente en «la contención del déficit».
Además, Méndez pidió unidad de fuerzas ante los que intentan desmontar el Estado de bienestar y se mostró especialmente crítico con los empresarios que piden continuos recortes y bajadas salariales de los trabajadores. «A esos empresarios que hablan de 'ni-nis' yo les llamo 'in-im', incompetentes e impotentes para aportar algo positivo a este país», aseguró el líder sindical.
Las manifestaciones reivindicativas se repitieron hasta por 70 ciudades del país. En la marcha celebrada en Madrid, una de las más multitudinarias, se escucharon numerosos cánticos contra la austeridad y los recortes. Además, diversas pancartas reclamaban un cambio en la política económica. '¡Manos arriba, esto es un contrato!' o 'Por nuestros derechos', eran algunos de los lemas en los carteles que los manifestantes desplegaron por el centro de la capital, donde tampoco faltaron los pitos y tambores.
Por su parte, en Barcelona los ciudadanos también salieron a la calle para reivindicar unas nuevas políticas económicas que permitan reducir el paro, la precariedad laboral y las desigualdades sociales. Durante la tarde cuatro personas fueron detenidas por causar daños en sucursales bancarias y moviliario urbano, tras una manifestación anternativa.