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Los sobresueldos del PP embarran la campaña de las elecciones europeas
Cañete amenaza con acciones legales contra los socialistas y el PSOE reclama explicaciones a los populares del origen de ese dinero
MADRID. Actualizado: GuardarUn actor inesperado se ha colado en la precampaña para las elecciones europeas, los sobresueldos de los altos cargos del PP entre 1996 y 2011. Tras el rifirrafe parlamentario entre la popular Soraya Sáenz de Santamaría y la socialista Soraya Rodríguez que concluyó con el rotundo «en mi puta vida he cobrado un sobre» de la vicepresidenta, la polémica subió ayer el diapasón con un cruce de amenazas de acciones legales por parte del candidato del PP y una exigencia de explicaciones de la portavoz del PSOE en el Congreso.
Todo parte de un malentendido de Sáenz de Santamaría que en ningún momento fue acusada de cobrar sobres de dinero negro ni de hacer algo ilegal, pero ella y el PP lo interpretaron así. Soraya Rodríguez preguntó el martes en el Congreso a la vicepresidente si era consciente de que cobró casi 600.000 euros de sobresueldos gracias a «la existencia de cajas B» en su partido, del mismo modo que Miguel Arias Cañete percibió 300.000 euros. La número dos del Gobierno no repitió el exabrupto, pero consideró que esos comentarios sobrepasan los límites de la labor opositora. «En política hay cosas que son inadmisibles», dijo tras el Consejo de Ministros.
La vicepresidenta no aclaró si pensaba llevar el asunto a los tribunales, algo que sí hizo Cañete, aunque en el PP ven difícil que prospere una denuncia ya que, por un lado, se produjo en el fragor de un debate parlamentario, y, por otro, no hubo ninguna acusación de un acto ilegal. El exministro, en cambio, acusó a la portavoz socialista de imputar de forma «embrollada» y con «mala uva» a Sáenz de Santamaría y a él mismo la percepción de dinero negro y, por tanto, estudiará si denuncia a la socialista por injurias, denuncia falsa, calumnia o vulneración de su derecho al honor. Retó asimismo a Rodríguez a hacer esos comentarios fuera del Congreso, sin «la impunidad parlamentaria» que ofrece la cámara legislativa.
La portavoz del PSOE se refería al informe entregado en junio pasado al juez Pablo Ruz por una acusación popular del caso de los papeles de Bárcenas con datos de la contabilidad oficial del PP, en el que se recogía que Sáenz de Santamaría cobró de su partido entre 2004 y 2011, además de su sueldo de diputada, un complemento en concepto de gastos de representación de 588.014 euros. Un sobresueldo que el PP pagaba a sus dirigentes por su dedicación al partido y que se reflejaba en la contabilidad oficial del partido con sus correspondientes retenciones a Hacienda. Del mismo modo, el partido pagó a Cañete también como gastos de representación 318.119 euros entre 2004 y 2011.
No fueron los únicos, por tanto, que percibieron esas remuneraciones adicionales a sus sueldos de parlamentario. Mariano Rajoy, según el informe en poder del juez, ingresó por ese concepto 1,5 millones de euros entre 1990 y 2011; Dolores de Cospedal, 468.507; Javier Arenas, 1,1 millones; Ana Mato, 804.407; y Federico Trillo, 187.650, entre otros. Aunque los grandes beneficiarios de esa práctica, ideada por el expresidente de CajaMadrid Miguel Blesa cuando era asesor del PP para remunerar el trabajo en el partido, fueron los extesoreros Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas, quienes ingresaron por gastos de representación 1,9 y 3,1 millones de euros.
«No son sobresueldos»
Cañete reconoció ayer mismo que cuando era diputado de la oposición entre 2004 y 2011, y al margen de su sueldo como parlamentario, cobraba 2.200 euros al mes de su partido porque a diferencia de los diputados «que votan y se van a su pueblo» era secretario de Economía en la dirección del PP y tenía, por tanto, una dedicación extra. La vicepresidenta, a su vez, era secretaria de Política Autonómica. «Todos los que trabajábamos en Génova 13 (sede del PP) cobrábamos un sueldo», pero eso «no es un sobresueldo», sostuvo en Telecinco el candidato del PP para las elecciones europeas.
La portavoz del PSOE en el Congreso no se movió ni un ápice de su afirmación de que los dirigentes populares cobraban sobresueldos además de su remuneración como diputados y exigió a la vicepresidenta «menos tacos y más transparencia» sobre la procedencia del dinero que financió aquellos pagos extra. Rodríguez consideró que, aunque sea legal, es «indecente cobrar dos sueldos». Claro que, añadió, «cada uno tiene sus valores». La portavoz socialista volvió a la carga con la pregunta que hizo a la vicepresidenta en el Congreso: «¿De dónde saca un partido tanto dinero para pagar tantos sobresueldos tan altos?». Y se contestó: «Existía una doble contabilidad y una financiación ilegal».