El Arciprestazgo de la ciudad muestra su apoyo a los parados ante el Día del Trabajador
SAN FERNANDO. Actualizado: GuardarLos sacerdotes del Arciprestazgo de San Fernando han mandado un comunicado en el que reflexionan sobre la situación laboral en la que se encuentra San Fernando y piden a las administraciones y partidos políticos implicación para combatir contra este problema. Sobre todo por afectar cada vez a más familias, que se encuentran en riesgo de exclusión social, al tener a todos sus miembros en situación de desempleo.
Un comunicado que envían con motivo del 1 de mayo, día del trabajo y del trabajador, y en el que hacen alusión al de nuestra ciudad: el desmantelamiento de la industria naval, que no sólo ha afectado a los puestos de trabajo que estaban directamente relacionados con ella sino que también a todos aquellos que de forma indirecta se beneficiaban de esta actividad. «Todos los días conocemos en nuestras parroquias los terribles efectos de esta situación: personas que pasa a engrosar las listas del paro, que acuden a Cáritas, a comedores sociales, que no pueden pagar las hipotecas que asumieron cuando disponían de un puesto de trabajo, inmigrantes que se quedan sin atención sanitaria, jóvenes que ven ante sí un futuro incierto en lo laboral».
Mayor implicación
Ante todo ello los sacerdotes del Arciprestazgo de San Fernando se dirigen a las familias de los parados y a aquellas personas que han perdido su puesto de trabajo.
También se dirigen a los jóvenes, uno de los sectores más castigados por el paro «para que no se dejen oprimir por las perspectivas negativas y dediquen sus mejores esfuerzos a formarse para aprovechar las oportunidades que aparezcan». A la sociedad lo que le pide es que dedique «sus mejores esfuerzos» a promover iniciativas solidarias al servicio de todos, como empresas de inserción, cooperativas, las redes de solidaridad nacional e internacional, los bancos de tiempo, los economatos solidarios, la banca ética, tiendas a coste cero, la solidaridad familiar, vecinal. Pero también a los gobernantes «para que no cejen en sus iniciativas para mejorar esta situación, no dejándose llevar por la lógica del mercado sino por la lógica de la persona: la persona es la medida de la dignidad del trabajo (Compendio n. 271)».