ESPAÑA

Aznar consuma el divorcio electoral con el PP pese a la rectificación 'in extremis'

El partido minimiza la ausencia del expresidente y Cañete achaca la exclusión a la tardanza de Rajoy en designar el candidato

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

José María Aznar se siente maltratado y menospreciado por su partido y optó por el portazo a la campaña electoral. La rectificación 'in extremis' de la dirección del PP para buscar un hueco en los mítines a su presidente de honor fue insuficiente para que cambiara su agenda. En la formación gubernamental, sin embargo, no se rasgaron las vestiduras por la ausencia.

Por primera vez desde que es dirigente político, y hay que remontarse a la década de los ochenta, Aznar será un mero espectador en una campaña electoral, en este caso las europeas del 25 de mayo. Había participado en todas, ya fuera con Alianza Popular o con el PP, salvo en los comicios europeos de 2004. El expresidente está enfadado, admiten en el PP. Reconocen también que es cierto que tienen un desbarajuste de campaña en la que casi nadie sabe en qué mítines va a participar, pero desde FAES, la fundación del expresidente, puntualizan que hay ministros que «no saben dónde van a ir, pero saben que van a ir». No es el caso de Aznar, agregan, que «sabe que no va a ir».

El número uno de la lista popular al Parlamento de Estrasburgo, Manuel Arias Cañete, intentó aplicar paños calientes a la polémica y atribuyó el problema a la tardanza de Rajoy en designar el candidato. «Todo va un poco tarde. El candidato se ha nombrado tarde, he dejado de ser ministro un poco tarde y mi campaña va un poco tarde», intentó justificar el exministro de Agricultura. Pero confiaba, pese a todo, que se encontraría la fórmula para que Aznar participase.

Vana esperanza porque horas después de esos comentarios desde el entorno de Aznar se cerró por completo la posibilidad de contar con el expresidente para la campaña pese a que la víspera se lamentó de haber sido excluido porque hubiera estado «encantado» de compartir tribuna con Cañete. El PP, ante esa queja, buscó un acto y pensó que podía incorporarse a los mítines de Murcia y Logroño. Pero no, Aznar ya había decidido que no porque nadie se había puesto en contacto y no contaban con él.

El coordinador electoral del PP, Carlos Floriano, llamó el lunes por la tarde a Javier Zarzalejos, secretario general de FAES, para invitar a Aznar a que se sumase a la campaña. Obtuvo una respuesta negativa. Con ser cierto que hasta última hora que nadie en el PP se había preocupado por el expresidente, también es cierto que se sabía desde hace meses que las elecciones eran el 25 de mayo y que la campaña dura 15 días, de modo que si tenía interés en tener un papel activo podía haber hecho un hueco su agenda.

El análisis de muchos en el partido gubernamental es que Aznar ha querido exteriorizar de nuevo su enfado con Rajoy y la dirección del partido. Ya lo hizo al negarse a participar -también arguyó razones de agenda- en la convención nacional del partido celebrada del 31 de enero al 2 de febrero pasados. Una ausencia que muchos en el PP leyeron a la luz del relevo de Jaime Mayor Oreja en la candidatura europea. Una hipótesis con muchos defensores dentro del partido y que explicaría también ahora su alejamiento.

Silencio de Rajoy

Rajoy, entretanto, guarda silencio. Consultado sobre este asunto en los pasillos del Congreso, calló. Un mutismo que se hizo extensivo a la dirección del PP, desde la que se ordenó no abrir polémicas. La consigna fue evitar la crítica al expresidente, y los pocos que aludieron al tema insistieron en que Aznar es «un gran activo del partido». Apenas el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, se permitió la ligera acidez de comentar que «él sabrá si tiene problemas de agenda. Cada uno establece sus prioridades».

Más allá de los problemas de agenda o de las descoordinaciones lo que subyace es el progresivo distanciamiento entre y Rajoy y la actual dirección popular con Aznar y el sector más conservador del partido. Un alejamiento que lejos de frenarse, según la impresión general dentro del PP, tiende a acrecentarse. Una situación que intentó rentabilizar uno de los exponentes de esa vieja guardia, el exeurodiputado popular Alejo Vidal Quadras, que escribió ayer una carta a Aznar para invitarle a la campaña de su nuevo partido, Vox. «Sería -dijo- una lástima que no se pudiese oír tu autorizada voz» antes de los comicios del 25 de mayo.