El Papa habla con los Reyes del paro juvenil e insinúa una visita a España
«Los monaguillos primero», bromeó Francisco con don Juan Carlos para cederle el paso tras una insólita reunión de casi una hora
Actualizado: GuardarLos Reyes se reunieron ayer a solas con Francisco por primera vez y durante casi una hora -exactamente, 53 minutos-, una duración totalmente inusual para el protocolo vaticano. Basta tener en cuenta que con Obama estuvo 42 minutos y ya se trató como un hecho insólito. Con Isabel II apenas pasó un cuarto de hora a principios de mes. La nota posterior de la Santa Sede fue, como es costumbre, parca de contenido y la Casa Real informó de que hablaron de la situación internacional y de la UE, de la crisis de Ucrania y del paro juvenil en España «desde el punto de vista social, no económico». También conversaron sobre la posibilidad de una visita del Papa a España en 2015, concretamente a Ávila, con motivo del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, que ya cuenta con la invitación oficial que hicieron los obispos españoles en marzo. Fuentes diplomáticas apuntaron que otro de los temas abordados fue la situación de Venezuela, seguida con preocupación desde España y donde el Vaticano ha sido llamado a intentar una mediación.
El ambiente fue cordial y de bromas. Al menos una la presenciaron los periodistas que esperaban en la puerta. Cuando se dirigían a ella el Rey cedió el paso al Papa, pero éste se negó y replicó: «Los monaguillos primero». Don Juan Carlos se rió y pasó delante con su esposa.
Se trata del primer encuentro oficial entre los monarcas y Bergoglio, aunque ya se saludaron brevemente el domingo tras la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II. Don Juan Carlos y Doña Sofía no acudieron a la misa de inicio de pontificado, el año pasado, debido a la convalecencia del Rey. Ayer se movió con alguna dificultad ayudado de un bastón y le costó esfuerzo tanto entrar como salir del coche. Por cierto, cosa curiosa, era un Mercedes de alquiler con chófer, no del cuerpo diplomático, y resultaba llamativo ver que el joven conductor vestía traje con zapatillas de deporte negras y cierre de velcro. El Rey iba de oscuro y la Reina de blanco, que como es sabido es un tradicional privilegio de las monarcas católicas. Para las demás mujeres está prohibido por el protocolo vaticano.
Intercambio de regalos
Los monarcas llegaron hacia las 11.30 horas a una puerta lateral del auditorio Pablo VI, cerca de la residencia de Santa Marta, donde vive el Papa, y primero se entrevistaron con el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin. Entretanto llegó Francisco, que salió con aspecto serio y cansado del edificio de enfrente, tras una reunión con el llamado 'G-8', el consejo de cardenales con quienes está debatiendo la gran reforma de la Curia.
A mediodía tuvo lugar la reunión con los Reyes en una sala del edificio del auditorio. Al final, en el ritual de intercambio de regalos, los monarcas le entregaron dos volúmenes con las obras de San Juan de la Cruz y Santa Teresa, un guiño más para que vaya el año próximo a España. El pontífice les obsequió con un medallón de bronce que representa el proyecto original de la basílica de San Pedro. «Saluden a los hijos y a los nietos», dijo Francisco al despedirse, tras acompañarles hasta la puerta.