Obama atornilla a la oligarquía rusa
EE UU confía en que las sanciones a su círculo íntimo fuercen a Putin a aflojar en su ambición ucraniana
NUEVA YORK. Actualizado: Guardar«Todavía no sabemos si esto va a funcionar», advirtió Barack Obama desde Filipinas poco antes de que su Gobierno anunciase ayer la lista de siete individuos y 17 empresas rusas sobre las que ha recaído la nueva tanda de sanciones. Su propia incertidumbre sobre los efectos que vayan a tener las medidas en Vladímir Putin dio alas a la derecha para volver a calificarle de presidente débil que ha perdido la influencia en el mundo. Los conservadores piden que la recupere blandiendo el poderío militar, pero Obama no piensa caer en la tentación de complacerles. «La pregunta aquí debería ser por qué hay tantas ganas de usar la fuerza después de una década de guerras», observó.
El mandatario cree en la estrategia de apretar lentamente las tuercas al presidente ruso a través de sanciones económicas «calibradas» que afecten a su círculo más cercano y pongan en la cuerda floja la economía del país, para que Putin abra la mano y suelte a Ucrania. «No vamos a por (la fortuna personal de) Putin», aclaró. «La meta es cambiar su cálculo con respecto a cómo las actuales acciones en Ucrania podrían tener un impacto adverso en la economía rusa a largo plazo, y alentarle a que avance por el camino marcado, y no que se limite a hablar de él cuando se trata de resolver la crisis diplomáticamente».
El problema de su estrategia es que asume que la acción rusa en Ucrania responde sólo a la nostalgia de un imperio venido a menos y de un presidente que teme el empuje occidental en lo que fue su territorio. Pero Putin no sólo busca recuperar influencia, sino que en palabras de The Wall Street Journal, «necesita utilizar un virulento nacionalismo y exhibir conquistas exteriores para mantener el poder» en «un régimen autoritario que intenta reescribir las reglas de la posGuerra Fría», porque «carece de legitimidad democrática y tiene una economía dependiente de exportaciones energéticas basadas en combustibles fósiles».
Aunque el Gobierno de Obama haya esperado cuatro días para anunciar las sanciones con intención de coordinarlas con la Unión Europea, el rotativo cree que «Occidente necesita actuar con más unidad y convicción». La lista de la UE, que aún no se conoce en todos sus detalles, no incluirá los mismos nombres. «Alemania es el eslabón más débil, con buena parte de su clase política y económica en la nómina de la energía rusa», observó The Wall Street Journal.
Obama ya tiene pensada la próxima vuelta de tuerca si las tropas rusas cruzan la frontera. «Si, de hecho, viéramos más agresiones rusas hacia Ucrania, la próxima fase podrían ser sanciones a un sector como la banca o la industria defensiva». Son ésas las que a juicio de los expertos pueden dar el golpe a la economía rusa que Washington busca para cambiar el cálculo de Putin. Por ahora Obama sólo ha apuntado a la oligarquía, que acepta las sanciones como un revés temporal a los negocios que el propio Putin ha hecho florecer. El rublo se ha depreciado un 9%, los valores rusos han caído un 15%, más de 60.000 millones de capital salieron del país y la calificación de la deuda rusa ha caído hasta los niveles de Grecia o Portugal.
Individuos afectados
Entre los individuos que, de tenerlos, verán sus bienes en EE UU congelados y no podrán recibir visados destaca Ígor Sechin, veterano consejero de Putin y presidente de la petrolera Rosneft, que mantiene acuerdos con Exxon Mobil. Otro de los hombres de negocios con los que Washington espera llegar al corazón de Putin es también su primer ministro adjunto, Dmitri Kozak, que junto con Viacheslav Volodin, jefe de Gabinete adjunto, y Alexéi Pushkov, presidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Duma estatal, demuestran la indivisibilidad del poder político y económico en Rusia.
Todas las compañías señaladas en esta nueva ronda están relacionadas con otras de un mismo accionista, Gennadi Tímchenko, que ya sufrieron sanciones en previos anuncios. En el fondo de inversiones Gunvor Group de Tímchenko se cree que Putin esconde sus intereses personales, según el Departamento del Tesoro.
«No esperamos ver un cambio inmediato en Rusia», corroboró ayer un alto cargo del Gobierno de EE UU que informó a la prensa 'off the record', «pero esperamos que estas acciones sirvan para advertir a Rusia de que hay un daño económico más severo en camino si Moscú no da marcha atrás».