Aznar vuelve a chocar con el presidente del Gobierno por su ausencia de la campaña
La dirección del PP guarda silencio y Esperanza Aguirre ofrece al expresidente del Gobierno un mitin con Cañete cuando quiera
MADRID. Actualizado: GuardarJosé María Aznar volvió a tener un nuevo encontronazo con Mariano Rajoy a cuenta esta vez de su ausencia de la campaña para las elecciones europeas. «No he recibido ninguna noticia del PP» para intervenir en algún mitin, se quejó el expresidente del Gobierno. La dirección del partido guarda, por ahora, silencio.
Desde la fundación Faes se informó la semana pasada de que Aznar no iba a participar en la campaña para las europeas del 25 de mayo porque su agenda de viajes internacionales estaba muy cargada. El presidente de honor del PP no está programado en ningún acto. Una ausencia que no está claro si obedece a que el equipo que coordina la campaña bajo el mando de Carlos Floriano no contó con el expresidente desde el principio o fue el propio Aznar el que comunicó que su presencia no era factible por sus citas profesionales.
Aznar apuntó ayer a la primera hipótesis y lamentó que nadie del partido se hubiera puesto en contacto con él. Ahora ya es tarde para rehacer el programa porque «a estas alturas no puedo cambiar las cosas», comentó a la entrada de un almuerzo en el Foro ABC en el que la invitada era su esposa y alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Señaló que le hubiera «encantado» subirse a un escenario con el candidato del PP, Miguel Arias Cañete, quien también fue ministro de Agricultura en su Gobierno, porque es «un gran amigo».
El de las europeas es un roce más entre Rajoy y la dirección del PP con el expresidente del Gobierno. Aznar ha mostrado en no pocas veces su disconformidad con la gestión en la oposición y en el Ejecutivo del que fuera su 'delfín' y al que designó en agosto de 2003 su sucesor. El distanciamiento viene desde cuando Rajoy era líder de la oposición y tuvo su expresión máxima en el congreso del PP en Valencia en junio de 2008, tras la segunda derrota electoral ante José Luis Rodríguez Zapatero, y en el que el hoy presidente sofocó un amago de revuelta capitaneada por Esperanza Aguirre, y en la que muchos en el PP vieron la mano en la sombra del expresidente. En aquella reunión Aznar estuvo gélido con Rajoy.
Pero el hielo, poco a poco y ante las perspectivas de un triunfo electoral, se fue disolviendo y el expresidente participó en una docena de mítines en las autonómicas y generales de 2011, aunque nunca compartió escenario con Rajoy. Ya con su sucesor en el Gobierno criticó su política fiscal y el incumplimiento del programa electoral del PP. La frialdad resurgió y Rajoy y ninguno de sus ministros acudió en noviembre pasado a la presentación del segundo tomo de las memorias de Aznar, cosa que sí hicieron con el primero. «Tomo nota», fue su lacónico comentario respecto al desplante. La respuesta llegó también en forma de ausencia a la convención nacional del PP celebrada del 31 de enero al 2 de febrero pasados en Valladolid, una reunión a la que Aznar nunca había fallado.
Respeto y admiración
Cañete, por si la situación no era tensa ya de por sí, dijo ayer mismo que hubiera estado «encantado» de participar en un mitin con Aznar, «un gran amigo» con el que tiene «una relación óptima». El exministro se lavó las manos de la desaparición del expresidente en la campaña porque él no la dirige ya que en el PP «hay quien lo hace mejor», en directa alusión a Floriano, vicesecretario de Organización y hombre de la absoluta confianza de Dolores de Cospedal, que es quien lleva la batuta de la campaña.
El único comentario desde la dirección del partido sobre la ausencia de Aznar fue del vicesecretario de Política Autonómica, Javier Arenas, y no aclaró nada. «Al presidente Aznar se le tiene mucho respeto y mucha admiración. Sigue siendo una persona fundamental para el PP. Es lo que opina Génova 13 (sede de la dirección del PP)», comentó a la entrada del mismo Foro ABC.
Esperanza Aguirre, siempre atenta para ponerse del lado de Aznar y en contra de Rajoy a la menor desavenencia, se ofreció para organizar un acto de Cañete con el expresidente. «Yo soy la presidenta del PP de Madrid y organizamos un mitin rápidamente», y añadió que «el PP de Madrid contará con él para todo lo que quiera». Aguirre subrayó que con su gesto no busca marcar diferencias sino que solo pretende el bien del partido porque la presencia pública de Aznar «es importante si queremos de verdad recuperar el voto» que ha perdido el PP.
Más diplomática, Ana Botella evitó explayarse sobre la ausencia de su marido en la campaña y alabó la figura del candidato. Claro que en su intervención en el almuerzo coloquio del Foro ABC dejó caer que España «nunca había tenido tanto poder en Europa como durante el Gobierno de Aznar. Con él entramos en el euro».