ANDALUCÍA

La industria tabaquera desaparece de Andalucía con el cierre de la planta de Cádiz

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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La industria tabaquera andaluza desapareció ayer con el cierre de la planta de Altadis en Cádiz, siete años después de que la multinacional Imperial Tobacco diera cerrojazo a la fábrica de Sevilla, cuyos suelos son ahora objeto de polémica por el cambio de uso, aprobado por el Ayuntamiento.

La fábrica de tabaco gaditana, que fue creada por Felipe V en 1741, desapareció definitivamente ayer, cuando la compañía entregó a los últimos 20 trabajadores las cartas de prejubilación, a 14 de ellos, y los traslados a los 6 restantes, que irán a las factorías de Logroño y Santander.

La fábrica gaditana llegó a emplear a mil personas, en su mayoría mujeres, en sus mejores años y ha sido objeto de sucesivos recortes y eres, que culminaron con la decisión de la multinacional, el año pasado, de extinguir la planta, ante la caída de más del 40% de la venta de cigarrillos en España.

El cierre se une a la crítica situación industrial de la Bahía, que aún no ha resuelto el cierre de Delphi, cuyos últimos empleados en paro siguen exigiendo una solución; no entran pedidos en las factorías de Navantia y tampoco logra atraer nuevas empresas que atenúen la mayor tasa de desempleo de España, cifrada en el 40,6%. Sólo Airbus y Dragados Offhshore mantienen su actividad con normalidad.

Mientras, en Sevilla el Ayuntamiento ha aprobado que la multinacional se reserve para vender 8.176 metros cuadrados de su antigua fábrica, divididos en dos parcelas con una edificabilidad de 8.000 y 23.000 metros. Los 15.585 metros restantes quedarán para uso público.