Dilma, acosada por los problemas
BUENOS AIRES. Actualizado: GuardarLejos del escenario de euforia que el Gobierno había previsto, las vísperas del Mundial encuentran a la presidenta Dilma Rousseff en un momento de pérdida de popularidad, acosada por denuncias de corrupción en la petrolera estatal Petrobrás y cuestionada por la marcha decepcionante de la economía que crece poco y aun así no logra reducir la expectativa de una creciente inflación.
De acuerdo con la encuesta de Ibope, la mandataria, que se postula para la reelección en octubre de este año, tiene un índice de popularidad del 38%, porcentaje bastante lejano del 44% obtenido en febrero y demasiado bajo para una presidente que busca ser reelegida en menos de seis meses. Las elecciones presidenciales se celebrarán el próximo 5 de octubre. Lo único que ayuda a la sucesora de Luiz Inacio Lula da Silva es que sus competidores no están mejor posicionados en esa carrera. Aecio Neves, del Partido por la Social Democracia Brasileña, tiene un apoyo que apenas supera el 15% y Eduardo Campos, del Partido Socialista Brasileño, araña el 10% pese al apoyo de la popular Marina Silva, exministra de Lula y ahora en la oposición.
Sin un Mundial exitoso en la organización y en lo deportivo, será difícil para Rousseff remontar el desánimo por una economía que creció un 2,3% en 2013 y que para este año podría hacerlo por debajo del 2%, según las previsiones del FMI.