
Ségolène y los escotes
La titular de Ecología francesa incendia las redes sociales pese a negar que haya exigido decencia a su personal femenino
PARÍS. Actualizado: GuardarProhibidos los escotes. La lucha contra el calentamiento cobra una dimensión inusitada en el Ministerio de Ecología francés. La socialista Ségolène Royal, titular de la cartera, ha impuesto una indumentaria decente al personal femenino. Es lo que asegura el semanario Le Point en una información desmentida por la interesada y mantenida por su autor. El destape no debe ser cosa de jóvenes ni viejos verdes.
Royal le dijo al periodista Emmanuel Berretta, redactor de la noticia, que se trataba de un reglamento interno que «no da lugar a comentarios externos». Pero al poco de salir la revista a los quioscos la ministra desmintió en su cuenta de Twitter un «rumor ridículo». «La única instrucción impartida concierne al más alto rigor en la utilización de fondos públicos. Es lo que los franceses esperan de nosotros», puntualizó en un mensaje posterior.
Demasiado tarde. La cruzada contra los cruzados mágicos incendió las redes sociales. Sobre bustos fue todo escrito. Los defensores de la libertad vestimentaria se tomaron a pecho el veto, las feministas se rasgaron las vestiduras y sus detractores pusieron verde a la ministra de Ecología. En materia de medio ambiente la política de austeridad a la francesa tiene mucha tela y pocas tijeras, ironizaron algunos. Solo faltó una acción a pecho descubierto de las Femen a las puertas de la casa Royal de Hollande.
Hasta las colegas de Ségolène tuvieron que explicarse en sus comparecencias mediáticas. La ministra de Sanidad, Marisol Touraine, señaló que los hombres y las mujeres de su departamento «adoptan espontáneamente indumentarias decentes». «En verano los escotes ligeros no me plantean ningún problema», añadió. La titular del Ministerio de los Derechos de las Mujeres, Najat Vallaud-Belkacem, se extrañó de que se regularan muslos y pechugas de manera «general y absoluta». «No sé a qué se llama un escote», improvisó desconcertada.
«Como una mercancía»
La madre de los cuatro hijos de François Hollande es conocida por haber roto moldes izquierdistas por sus batallas contra el tanga en los colegios o la pornografía en televisión. «El cuerpo de la mujer se exhibe como una vulgar mercancía», protestaba hace diez años la hija rebelde de militar de moral rígida, misa en latín y bendición en las comidas. El acceso a la píldora del día después y a los preservativos en los liceos son conquistas de su paso por el Ministerio de Enseñanza a finales del siglo pasado.
El machismo imperante en la clase política francesa se ceba con las mujeres que desafían las tradiciones textiles. La ecologista Cécile Duflot fue vilipendiada por acudir en vaqueros a su primer Consejo de Ministros y con un vestido de flores a la Cámara de Diputados. Es famosa la frase dirigida allá por 1972 por la neogaullista Michèle Alliot-Marie al ujier que le impedía la entrada en el hemiciclo: «Si es el pantalón lo que le molesta, me lo quito».