Fainé ve al sector financiero con «los deberes hechos» ante la unión bancaria
El presidente de Caixabank afirma que su grupo está «en buena posición» para los test de estrés y aplaude que las cajas se fijen en sus territorios
BARCELONA. Actualizado: Guardar«Hemos hecho los deberes». Con esta rotundidad se mostró ayer el presidente de Caixabvank -el tercer grupo bancario español-, Isidro Fainé, al valorar cómo se encuentra el sector financiero español ante el que calificó como «año cero» de su recuperación. En una línea similar, de España dijo que «ya ha dejado atrás la recesión», aunque ahora no descarta el riesgo de cierta recaída si se prolonga el escenario de una inflación baja.
En su discurso ante la junta de accionistas del grupo catalán, donde las pocas voces críticas se centraron en reclamar alternativas para los clientes perjudicados por las cláusulas suelo y los 'clips' hipotecarios del banco, Fainé no dudó en situar a Caixabank «en buena posición», tanto en solvencia como en liquidez, ante los test de estrés a los que el Banco Central Europeo (BCE) someterá durante el año a las principales entidades europeas.
Y es que el presidente del grupo destacó que se han cumplido los objetivos del plan estratégico 2011-2014, lo que permite afrontar el futuro «con optimismo y perspectivas renovadas». El vicepresidente y consejero delegado, Joan Maria Nin, le puso cifras. Desde 2007, enumeró, la entidad ha crecido un 30% en clientes, un 40% en recursos y un 28% en créditos. Asimismo, ha multiplicado por 2,4 la liquidez y la ratio de solvencia (del 8% al 12,9%). Y añadió que el banco tiene la intención de «recuperar gradualmente la rentabilidad; eso sí, «una vez estabilizado el entorno y las dotaciones».
La unión bancaria, proyecto que Fainé valoró como «ambicioso», también centró buena parte de su interés. El proceso de reestructuración de las entidades españolas ordenado desde Bruselas -señaló-, ha funcionado «bien», amén del propio esfuerzo de los bancos por sanear sus balances y desapalancarse. De las cajas de ahorro, destacó como lo más positivo que han tenido que deshacerse de actividades «no fundamentales» para concentrarse en dar más crédito dentro de sus territorios, que «son los que conocen mejor». En ese sentido, destacó que aún con la transformación de La Caixa en una fundación bancaria mantendrá, por séptimo año consecutivo, el mismo presupuesto para obra social: 500 millones.
El consejo ganará más
Claro que el banco, que aprobó ayer en junta la entrada de dos nuevos consejeros -Amparo Moraleda, expresidenta de IBM, y Antonio Sáinz de Vicuña, quien fue candidato español a un sillón en el órgano rector del BCE-, también va a mejorar las retribuciones de su consejo. La junta aprobó elevar su tope de 3,1 a 3,8 millones para 2014 en previsión de «nuevas comisiones y una mayor exigencia de dedicación de sus miembros», cuyo número podría aumentar. La medida, no obstante, fue criticada por los sindicatos.
Caixabank, además, redujo un 54,6% su beneficio en el primer trimestre hasta los 152 millones de euros al contar esta vez con menos resultados extraordinarios (el año pasado se anotó 2.223 millones tras consolidar el Banco de Valencia). No obstante, su morosidad mejoró apenas tres décimas hasta el 11,36%.