«La muerte es un mecanismo necesario para seguir vivo»
El autor navarro presenta en Cádiz el libro 'Estoy bien', una recopilación de historias de 'resucitados' que se manifiestan en este mundo JJ Benítez Periodista y escritor
Actualizado: GuardarComenzó por curiosidad periodística, en 1968, pero desde entonces ya no fue el mismo. «Nada es casual», se repite JJ Benítez (Pamplona, 1946), que ha sorprendido de nuevo con 'Estoy bien' (Planeta), un libro que relata 160 historias de 'resucitados' que han vuelto del más allá. Ayer el autor habló de su producción literaria en QiQ, en uno de los actos que coincidían con el 23 de abril.
-Dice que su libro resulta ideal para quienes tienen miedo a la muerte, pero para los que no la sienten, también.
-Es un libro para los que tienen miedo fundamentalmente; aunque hay gente que dice que no siente miedo, entonces a ellos va dedicado con más razón porque lo que estás viendo ahí en las investigaciones es que hay vida después de la muerte, por tanto no hay que tenerle miedo. En todo caso hay que tener miedo a la forma de morir, y eso lo tiene todo el mundo. Las investigaciones, que son muchas, hacen pensar que después de la muerte hay más vida.
-Pero es una vida muy diferente a la que conocemos...
-Lo que dicen los testigos que han hablado con familiares o con amigos que estaban muertos es que la vida que hay al otro lado es un lugar físico que no podemos ni imaginar siquiera. La gente tiene un cuerpo, igual que en vida, pero no podemos entender qué clase de cuerpo es, no hay palabras en el diccionario para explicarlo. Los 'resucitados' dicen que están muy bien, que no hay ningún problema, que no hay enfermedades, que no hay muerte y que no hay ninguna dificultad.
-¿Tiene algo que ver esa otra vida con la que nos 'venden' las religiones?
-Las religiones hablan de infierno, de purgatorio, de cielo, de una serie de cosas que no tienen ningún sentido. El señor que haya sido bueno o malo no va a un lugar u otro después, cada cual hace lo que tiene que hacer en la vida sea bueno o malo y luego nadie juzga a nadie. Yo lo que pienso, lo que deduzco después de escribir este libro, es que todo el mundo acude y termina en un sitio en el que las cosas son diferentes y por tanto no tenemos que llevarnos las manos a la cabeza. No entendemos el plan, es un problema de falta de perspectiva.
-Usted mismo indica que 'Estoy bien' se encuentra al «sur de la razón». ¿Qué quiere decir?
-Pues porque la razón no entiende. Si utilizas la razón para hablar de la muerte no te comprende nadie. Hace unos días sacaron una entrevista de Gabriel García Márquez en la que hablaba de la muerte. Él no entendía y hablaba de la muerte como una traición, imagino que se habrá llevado un gran susto, porque no es eso. La muerte es un mecanismo natural, necesario, para seguir vivo en otro lugar al que nosotros no tenemos acceso desde el punto de vista técnico.
-También dice que la muerte es un malentendido...
-Es un malentendido, por supuesto. Todos los días uno se prepara para morir cuando se mete en la cama.
-Ha pasado casi medio siglo investigando estos casos, ¿por qué saca ahora este libro?
-Soy muy providencialista y considero que las cosas llegan cuando tienen que llegar. Estuve investigando muchos años y llegó el momento en que yo pensé que era oportuno puesto que el miedo a la muerte no ha desaparecido, al contrario, la gente tiene más pavor a la muerte. Esa es la razón fundamental por la que yo decidí sacar a la luz toda esta investigación.
-¿Por qué insinúa que las genialidades del sur humano vienen dadas por la otra dimensión?
-Me pareció una idea muy interesante porque el ser humano es tan soberbio y tan idiota que piensa que todo lo que hace es obra suya y probablemente no sea así. Los grandes artistas, los músicos, los escritores, todo el mundo que tiene una actividad recibe información, creo, de algún sitio donde precisamente el trabajo de esta gente es transmitir a los humanos las obras que consideren deben funcionar. Dándole vueltas al asunto me di cuenta de que no estaba tan alejado de lo que pensaba. Las ideas no son nuestras.
-¿Puede asegurar que existe el más allá?
-Sí claro, no me cabe la menor duda. Si yo no supiera después de haber investigado todo esto y publico este libro sería un estúpido. El más allá es un lugar al que la ciencia no ha tenido todavía acceso y dudo que lo tenga, pero no significa que no sea cierto.
-¿Por qué sus 'resucitados' se aparecen a unas personas y a otras no?
-He hablado con infinidad de gente de todo el mundo y no había ninguna razón para que se aparezca la gente, a los que algunos ni conocían, no tiene explicación que se aparezcan a unos y a otros no. Yo pienso, imagino, que está establecido de alguna manera. Es decir, hay que alimentar la esperanza de las personas en momentos determinados y se producen las apariciones y las presencias y yo supongo que están perfectamente estudiadas.
-¿Qué tiene que ver todo esto con el fenómeno ovni?
-Bastante, pero los científicos no estudian el tema. El fenómeno ovni aparece y desaparece de la misma manera que aparecen y desaparecen los resucitados, es decir, que parece que procederían del mismo lugar. Pero son palabras mayores que nadie técnicamente puede demostrar.
-¿Por qué abandonó el catolicismo?
-No soy católico por coherencia, yo decidí en cierto momento no participar en la iglesia católica porque no estaba de acuerdo con sus ideas y pensé que lo mejor era abandonarla y punto. No tiene nada que ver con estas investigaciones, la muerte no tiene nada que ver con las iglesias ni con las religiones.
-¿Deberían coexistir ambas ideas, la del más allá y la religión?
-Aquí deberían coexistir, pero es muy difícil, la gente considera que está en la posesión de la verdad y es lo peor.
-Conjugar razón y fe resulta muy complicado...
-En efecto. La fe es un estado un poco estúpido porque se trata de creer lo que no se ve, por eso a mí me gusta más la palabra confiar. Yo no puedo creer en absoluto en algo que no veo.